No son cien, pero casi, porque este 31 de mayo de 2020 Clint Eastwood cumple noventa añazos. Actor de televisión en la serie "Rawhide" o "Cuero crudo", se dió a conocer por tres míticos "spaghetti western" que le abrirían las puertas de Hollywood y donde encarnaría a tipos duros como el sin par Harry Callaghan. Con su mueca característica y registro limitado a pesar de sus nominaciones al Oscar como protagonista, comenzó una carrera de director (siguiendo las enseñanzas de sus maestros Sergio Leone y Don Siegel) y productor (Malpaso es suya) ganando paulatino reconocimiento y prestigio en la industria, crítica y público. Su palmarés es amplio y versátil, casi siempre dentro de una ideología conservadora pero honesta y sincera, sin excesivos sesgos nacionalistas (aunque los haya). La lista de obras maestras es extensa y en la que tengo favcoritas indiscutibles. Tal vez les apetezca a ustedes reseñar las suyas.

Con la fama de tipo duro que tiene, me sorprende que nadie mencione la vena sentimentaloide dickensiana que le dio desde Million dollar baby, por lo menos.