tucker escribió:
De eso Tann debe estar mucho mejor informado pero me da la sensación que con la nueva Federación Española de Fútbol ( sin Villar y sin Larrea), el deporte llamado rey debería funcionar mucho mejor
Parece que el primer objetivo del nuevo Presidente Rubiales, es cargarse ya la actual cúpula dirigente del Comité Técnico de Arbitros
Luego ya veremos como se llevan, Rubiales y el ínclito Tebas
Que habrá algún cambio, especialmente cosmético (Comité de Arbitros, por ejemplo) y de nombres (Rubiales llega con equipo acompañante) es indudable; que se mejore el funcionamiento de la RFEF en algunos aspectos importantes no es tan difícil. Ahora bien, no olvidemos que esta renovación es muy lampedusiana; Rubiales es fruto del villarismo, era su protegido hasta que se pelearon por un "mira tu aquel sillón"; tampoco debemos pasar por alto que para conseguir más de 80 votos ha tenido que pactar con territoriales y miembros relevantes de los estamentos (jugadores, entrenadores y árbitros); es decir el cambio viene desde dentro, no tiene nada de revolucionario.
Este ha sido -creo- el enorme error de Larrea, al aliarse con Tebas mandó un mensaje de que entraría un nuevo "Señor", un nuevo clan, que pondría en peligro los poderes establecidos, viniendo desde fuera. Más aun, cuando era notorio que la intención de Tebas era que Larrea reinase por dos años y en 2020 diese paso a su amigo Miguel Cardenal. Esto iba en contra toda lógica de poder, pues supondría imponer un Presidente ajeno al fútbol, amparado en poderes externos (Tebas+Roures). Al fin y al cabo, el presidente de la RFEF surge de los equilibrios de poder internos, Federaciones Territoriales y Estamentos, que son quienes concentran el voto mayoritario en la Asamblea; por tanto el Presidente, de entrada, ha de ejercer como una suerte de "primus inter pares"; el ascenso a Padrino tiene que ganárselo.
Y no nos olvidemos de un tema importante, la RFEF es la única federación española que se financia con sus recursos propios, no recibe dinero público; y cuenta con un presupuesto muy inferior al de LaLiga pero multimillonario; es decir, no necesita caer en los cantos de sirena del dinero de Mediapro y puede vivir peleada con LaLiga todo lo que haga falta, pues el poder político (árbitros, comités sancionadores, relaciones con UEFA y FIFA) nunca se lo puede quitar LaLiga, la convivencia puede ser difícil pero es un inevitable.
Pero centrándonos en su cuestión, no es tan difícil mejorar lo que desde hace mucho tiempo funciona, como dirían nuestros amigos argentinos, como el puto orto.