Le Gouverneur escribió:
delaforce escribió:
Eso no tiene nada que ver con una *emergencia* sanitaria en la que estamos inmersos, y en la que hay que actuar rápido y con eficacia.
Creo que en que hay que actuar rápido y con eficacia estamos de acuerdo. La polémica de este hilo no está ahí.
El lunes 6 de octubre a las 8,39 pm abres el hilo y hablas de dimisiones inmediatas.
Con la información de ese momento, de quién y por qué.
Unas preguntas que yo todavía no tengo claras
¿Sabemos exactamente la información que transmitió la auxiliar? Con la información dada por la auxiliar, cuál es en concreto la parte de protocolo incumplida. ¿Hay mal diseño del protocolo europeo? ¿Hay incumplimiento del mismo?
De todos los responsables implicados en esto, desde el Ministro de Sanidad, hasta los responsables de la Sanidad en la Comunidad de Madrid, y los responsables de establecer las condiciones de tratamiento a los misioneros, y a los responsables de controlar la salud del personal sanitario que trató a esos pacientes. Así de claro, y así de simple.
Salvo que aparezcan más contagiados entre esos sanitarios, es casi seguro que el contagio se deba a un error humano, bien un corte, bien al quitarse el traje. Esto debe ser vigilado por una persona aparte del propio interesado. Y, por supuesto, deben existir grabaciones que permitan encontrar la razón del contagio en un caso como éste. Nada de eso funcionó en el Carlos III. Incompetencia, y negligencia.
La enfermera se va de vacaciones. El día 30 de Septiembre refiere astenia y febrícula. La tratan exactamente igual que si esos síntomos los hubiera referido el señor Gouverneur. Como no tiene 38,5ºC que se vaya al médico de cabecera y se tome un paracetamol.
En una enfermera que había estado atendiendo un paciente fallecido por Ebola unos pocos días antes.
Se pone peor, y llama otra vez. Envían una ambulancia sin protección de ningún tipo, y la derivan al hospital de Alcorcón. Una vez más, lo mismo que hubieran hecho si llama el señor Gouverneur.
Todo esto se sabía ya, básicamente, cuando se abrió el hilo. Y es preciso cambiar a los responsables, para que vengan otros mejores, y para restaurar la confianza del público, que en estos momentos está bajo mínimos. Y no dígamos si finalmente falleciera la enfermera, y aparecieran más casos.
Lo que ha habido es una complacencia irresponsable al manejar un virus que es extremadamente peligroso. Una complacencia de autoridades sanitarias que vendían una preparación que ha quedado evidentemente desmentida por la realidad. Y una complacencia de quién estuviera encargado de controlar y establecer los protocolos de actuación. Estas personas no deberían seguir poniendo en riesgo a todos los españoles con su incompetencia.