Ha muerto Luis Gasca, una de las personas que más hicieron por dignificar medios de la cultura popular tan decisivos como el cine y la historieta, reivindicando su carácter artístico pleno e independiente de cualquier otro y su importancia a lo largo del siglo XX. Precursor y hombre avanzado para su tiempo, Luis estuvo presente (cuando no fue activo impulsor) en todos los eventos internacionales de importancia que contribuyeron a difundir dicha cultura popular en algunas de sus más célebres manifestaciones oficiales. Fue director del Festival de San Sebastián en dos ocasiones y, junto a figuras como Resnais, Eco, Calisi, Lacassi, Lob o Albertarelli, estuvo en la mítica reunión de Bordighera (de 1965), que fue el antecedente inmediato del festival de cómic europeo más antiguo: el Salone Internazionale del Fumetto di Lucca. Publicó un amplio número de trabajos especializados, que pueden considerarse pioneros en el estudio de esos dos temas en nuestro entonces atrasado país, fundó algunas revistas teóricas y se aventuró, también, en el mundo de la edición, permitiéndonos el acceso --en condiciones aceptables y con niveles de calidad nunca vistos hasta ese momento-- a los grandes clásicos de prensa del cómic norteamericano (lo que hizo en Buru Lan con las series
Flash Gordon, Príncipe Valiente, El hombre enmascarado, etc.), a autores españoles (a través de la revista
Drácula) y de algunos autores europeos (con la editorial Pala).
Pero lean, lean ustedes la completa necrológica que ha publicado hoy
El Diario Vasco, y conozcan la enorme pérdida que ha tenido la cultura española con la muerte de Gasca.
Que la tierra le sea leve y nos espere muchos años allá donde se encuentre...