Abdallo escribió:
Perdone, pero yo pensaba que estábamos hablando de Panatta como uno de los grandes tenistas italianos, si no el más grande...
No he sido nunca aficionado al tenis, pero me ha encantado esa referencia que han hecho sobre Panatta, un guaperas con bastante éxito entre el público femenino de su tiempo y a quien mi padre, con su proverbial capacidad de síntesis, llamaba “El Patata”. Aunque el tenis no era para nada lo mío, en la prensa deportiva los grandes nombres de la raqueta estaban todos los días al cabo de la calle. Recuerdo bien que había dos rankings de jugadores que se actualizaban de forma periódica, uno que tenía en cuenta los resultados y se media en puntos y otro que se centraba en las ganancias y que se cuantificaba en dólares… No sé si la segunda de esas clasificaciones se sigue empleando en la actualidad porque imagino que las cifras que se manejan hoy en dia serán tan astronómicas que no será difícil perder la cuenta.. Eran los tiempos de Borg, Connors, Vilas, Nastase, Kodes, Ashe u Orantes. Tambien había algunos “outsiders” muy carismáticos, tenistas voluntariosos que estaban siempre por ahí rondando pero que, según creo recordar, solo ganaban de pascuas a ramos y casi siempre en Australia que era un torneo más dado a las sorpresas que otros; gente como Vitas Gerulaitis (con sus rizos rubios en plan Vellocino de Oro) el paraguayo Víctor Pecci o el español Pepe Higueras que era un auténtico frontón y al que costaba mucho esfuerzo derrotar. Como los partidos me aburrían y se me hacían muy largos, sentía gran afecto por los “cañoneros” , tendentes a abreviar, que basaban su juego en los puntos de saque y por ello recuerdo aun con gratitud al norteamericano Roscoe Tanner, lo mismo que años después acuñé bastante lealtad por el croata Goran Ivanisevic.
Entre las chicas todo era una rutina constante entre Chris Evert y Martina Navratilova. A Billie Jean King, ya la pille en retroceso. También recuerdo a jóvenes que intentaban subirse con desigual fortuna al carro del éxito como Tracy Austin o Andrea Jaeger…
Lo que si que me gustaba más eran los partidos de dobles, mucho más vertiginosos y emocionantes. Había una pareja estadounidense que era muy ganadora, la formada por Stan Smith y Bob Lutz, que a mi me hacían mucha gracia porque no parecían tenistas… Parecían cualquier otra cosa, pero no tenistas. En esa época echaban por televisión una serie americana de camioneros protagonizada por Claude Akins y Frank Converse titulada “EN RUTA” y cuyos personajes se llamaban respectivamente Sonny Prewitt y Will Charter… Pues bien, Stan Smith y Bob Lutz hubieran formado una pareja de camioneros perfecta para esa serie. Stan Smith era un tipo muy ganador, también en individuales, y se hizo muy famoso gracias a sus zapatillas blancas. A mi me llamaba mucho la atención su estampa larga y cilíndrica y años después, cuando empezaron a televisar los combates de “Pressing Catch”, el gran luchador Hulk Hogan me lo recordaba vagamente. Recuerdo asimismo a otras parejas de dobles bastante pujantes y que resultaban muy atractivas por la combinación de sus apellidos, los cuales ofrecían grandes posibilidades literarias y que también habrían servido perfectamente para dar nombre a alguna agencia de detectives de modales tan sigilosos como violentos… En ello estaban por ejemplo los sudafricanos Curren y Denton, los gemelos norteamericanos Tim y Tom Gullikson, o los australianos McNammara y McNamee… El tenis no me gustaba, cierto,… pero me acuerdo de todos estos tipos…
En fin, que me ha parecido fantástico ese homenaje a Panatta… “El Patata”… Un tenista del que no había vuelto a oír hablar desde la época dorada de la ciencia española capitaneada por el Padre Mundina, el Profesor Jiménez del Oso y el Doctor Rosado…