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 Asunto: Decálogo cordobés
NotaPublicado: 12 Oct 2010 23:52 
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DECÁLOGO CORDOBÉS

1. Cómo ir.
En Ave, sin duda. Mucha tirria le he tenido siempre a Renfe, tirria que mutó en odio cuando por llegar con una hora de retraso en un simple trayecto Zaragoza-Madrid me perdí casi toda la boda de uno de mis mejores amigos. Pero reconozco que salir de Zaragoza poco antes de las diez de la mañana y llegar a Córdoba a la una es un milagro del progreso al que hay que rendir pleitesía.

2. Alojamiento.
Contraindicada la Plaza de las Tendillas, pese a que, mirando el plano del casco histórico, no parece haber sitio más céntrico. En efecto, si trazásemos una línea entre la Plaza de Colón y la Mezquita, y otra entre el Alcázar de los Reyes Cristianos y San Lorenzo, casi casi se cruzarían en la Plaza de las Tendillas. Pero observad estos dos comentarios, realizados con doce horas de diferencia:
- ¡Qué bien! ¡Qué hotel tan céntrico! (A la una y media de mediodía)
- ¡Joder con el hotel céntrico! ¡Se podían ir con el botellón a Medina Azahara! (A la una y media de la madrugada, agotados de andar y sin poder pegar ojo debido al bullicio de la calle)

3. Ojo al calzado.
Córdoba cuenta con el segundo casco histórico más grande de España y uno de los mayores de Europa. En su mayor parte, las aceras están formadas por afiladas piedras puestas de canto, de modo que si te lo pateas a fondo y no llevas botas militares o un calzado con 3 cm de suela por lo menos, acabas como yo: con ampollas al segundo día y dando pequeños saltitos, cual si recibiera una descarga eléctrica, cada vez que apoyaba el pie. Población autóctona y turistas me miraban y pensaban que estaba practicando algún ejercicio de baile.

4. Córdoba y el sobrepeso.
Cordobeses gordos no veréis, no. Al menos, por el centro. Porque para las personas de tórax bajo hay riesgo cierto de atoramiento en lugares de nombres tan reveladores como Calleja del pañuelo, Callejón de las flores, etc.… Por estas vías no caben los coches, pero incluso en aquéllas que tienen tránsito rodado hay que estar atento, porque cuando los peatones ven u oyen venir a uno tienen que pararse y ponerse de perfil para que no les rocen. En mi caso, ponerme de perfil no ayudaba. Tampoco meter barriga conteniendo la respiración, que parece lo más socorrido, porque el coche, aun así, tenía que pasar despacio, y hubo ocasión en que pensé que se iba a interrumpir el suministro de oxígeno al cerebro. Así que lo más frecuente fue buscar el quicio de una puerta, o bien echar a correr para superar antes que el vehículo el punto más estrecho de la calle.

5. La Mezquita.
Naturalmente, el plato fuerte del viaje. Espectacular, preciosa, y todos los adjetivos que queráis poner, pero a diferencia de las catedrales cristianas, donde tienes cientos de detalles para pasarte mirando una mañana entera (entre altares, púlpitos, retablos, esculturas, capiteles, vidrieras, bóvedas, cúpulas, etc, etc), en la Mezquita hay muy poco de eso. Algunos arcos profusamente decorados y la pared sur donde se encuentra el mihrab excepcionalmente bello, sí. Pero el mayor atractivo es el imponente efecto que produce el conjunto, esa enorme extensión poblada de arcos y arcos, y más arcos, que te causa la impresión de estar caminando por un laberinto de acueductos. Por lo demás, advertir que si vais entre las 8.30 y las 10.00 de la mañana, os ahorráis los ocho euros que cuesta la entrada.

6. La Catedral.
Levantada en el siglo XVI en el corazón de la Mezquita, para lo cual hubo que derribar parte de ésta. Espléndido retablo, magníficas bóvedas y un coro señero en su especie. Tiene la peculiaridad de ver arcos renacentistas, casi platerescos, apoyados sobre los típicos arcos árabes bicolor. Para verla bien hay que asegurarse de que los señores canónigos no hayan programado una misa privada para ellos, supuesto en el que te desalojan con media hora de antelación, acordonan la zona, y allí ya no pasa ni el Espíritu Santo. En cambio, si la misa es de las normales, para la plebe, puedes estar haciendo fotos hasta 30 segundos antes de que empiece.

7. Medina Azahara sí, Medina Azahara no.
El dilema de muchos. A la mayoría no nos gustan demasiado las ruinas, pero por otra parte, uno se siente un poco cazurro si deja pasar la ocasión de visitar un lugar del que cuentan maravillas y parece haber sido relevante. Yo siempre había oído que Medina Azahara era una ciudad que un califa había hecho construir por amor. Bien, pues la parte romántica de la historia ha resultado ser una fábula. Y una ciudad, lo que se dice ciudad, tampoco es: por lo que yo pude ver y me explicaron, allí lo que había era un complejo palaciego y administrativo. Bastante grande, sí, pero no una ciudad en el sentido de que media población de Córdoba cambiase sus casas en la capital del califato por un solar en Medina Azahara. También es verdad que, según dicen, lo que se ha excavado es sólo la décima parte de lo que había. A pesar de esto, y de que en pie sólo quedan algunos restos, yo animo a visitarla, pues está a sólo 8 kilómetros de Córdoba, es gratis, se ve en poco más de una hora y está todo lo bastante bien explicado como para hacerse una idea clara de lo que fue.

Eso sí: muy recomendable ir a primera hora para escapar antes de que llegue la masa de turistas. Medina Azahara está en la ladera de un monte y la puerta que sirve tanto de entrada como de salida está en la parte alta del mismo. Allí sólo se llega por una estrecha carretera por la que no caben dos autobuses. Por eso, si no sales pronto de la explanada que hay en la cima, te encuentras con el paso bloqueado por la cantidad de coches y autocares que suben. ¿Se podría solucionar fácilmente poniendo un semáforo arriba y otro abajo? Sí, pero parece que nadie ha reparado en ello. A nosotros, tras esperar veinte minutos hasta que pudimos salir, nos pusieron en el autobús, durante el trayecto de vuelta, un vídeo en el que nos recordaron que Córdoba aspira a la capitalidad europea de la cultura en 2016, e inmediatamente oímos exclamar a la señora que iba en el asiento de delante: “¡Pues como no mejoren este acceso, que ni lo sueñen!”.

8. La judería.
Es una zona pequeña y agradable localizada entre la Mezquita y la muralla. Sabes que has llegado a ella cuando, nada más traspasar la Puerta de Almodóvar, lees el nombre de la primera travesía: Calle Judíos. Puntos de interés son la Sinagoga, el Zoco, la estatua de Maimónides en el interior de la muralla, las de Averroes y Séneca en el exterior y, alargándose un poco hacia el río, el Alcázar de los Reyes Cristianos con sus hermosos jardines. En cuestión de tapeo, finos y locales típicos es el alma gemela nuestro Tubo.

9. Los patios.
En mayo tienen lugar tres concursos florales: el de las cruces, el de las ventanas y rejas y el de los patios. Nosotros fuimos por este último, y terminamos con empacho de flores. Salvo en la Grand Place de Bruselas, nunca había visto tanta flor junta. Es impresionante: enormes muros encalados llenos de macetas en hileras, rejas con masas de flores colgando que como le caigan a alguien encima lo aplastan, escaleras con plantas trepadoras, porches repletos de guirnaldas, pozos y fuentes forrados de flores, hasta piscinas rodeadas por ellas. Cualquier cosa sirve de maceta: conchas y caracolas, zapatillas de bebé, figuras de cerámica, botas de pescar, etc, etc. El colorido es abrumador: toda la gama cromática se da cita en esos patios. El olor, como podéis suponer, también es maravilloso. Y además, los cordobeses son unos expertos: en cada patio había varios, de ambos sexos, discutiendo que si las buganvillas mejor en tal época, que si las orquídeas mejor en otra. Ahora bien, este año había 68 patios visitables, y aun con toda su belleza, ni a mi mayor enemigo le aconsejaría que se los vea todos. Nosotros entramos a la mitad y terminamos fundidos.

10. Más para ver.
Están las Iglesias Fernandinas, un conjunto de pequeños templos erigidos en la época de Fernando III, el Santo (siglo XIII), que muestran la transición del románico al gótico con elementos mudéjares, y que se ubican en el centro y el norte del casco histórico. Muy esquivas para el visitante (sólo abren en horario de culto o para visitas organizadas), pudimos entrar a la de San Pablo y a la de San Lorenzo, y ambas merecieron la pena, la primera por el camarín de la Virgen y la segunda por las pinturas murales del ábside.

Es muy aconsejable el Palacio de Viana, aunque sólo sea por sus doce patios. La Plaza de la Corredera es muy típica, aunque intentar compararla con las plazas mayores de Madrid y Salamanca es bastante exagerado. No olvidéis pasar a saludar al Cristo de los Faroles, que en verdad es bastante siniestro, sobre todo si te lo encuentras rodeado por media docena de abuelas cuyas edades suman medio milenio.

En la Plaza del Potro (uno de cuyos mesones se cita en el Quijote) se halla el museo Julio Romero de Torres, el que pintó a la mujer morena. El toreo es una disciplina muy presente en Córdoba, y así, una de las mejores estatuas de la ciudad está dedicada a Manolete, mientras que otra, en la Plaza de las Tendillas, aunque rinde memoria al Gran Capitán, Gonzalo Fernández de Córdoba, presenta las facciones del torero Lagartijo. A los amantes de la arqueología se les puede recomendar el Museo Arqueológico. Y a todos, un distendido paseo por las avenidas ajardinadas de la Victoria y la República Argentina (en el exterior de la muralla).

Creo que sólo me falta informar de lo bien que comí, y de que se nota que en esta época la ciudad está de fiesta. Fueras por la calle que fueras, siempre cruzabas ante algún portal del que salía un rasgueo de guitarra acompañado de una canción y unas palmas.

Es un viaje a la felicidad.


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NotaPublicado: 13 Oct 2010 13:04 
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Pues si tuvo dificultades con el calzado en Córdoba, no se le ocurra pisar el Albaicín en Granada, amigo. :lol:

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Il barone fu ferito, però migliora


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NotaPublicado: 13 Oct 2010 15:37 
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Ubicación: Zaragoza
Gino escribió:
Pues si tuvo dificultades con el calzado en Córdoba, no se le ocurra pisar el Albaicín en Granada, amigo. :lol:


Gracias por el aviso :D , pero un poco tarde. Estuve hace cuatro o cinco años, un fin de semana que salió lluvioso y resbalaba tanto con mi calzado mal elegido que tenía que irme agarrando a los salientes de las casas para no rodar colina abajo. 8)


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NotaPublicado: 13 Oct 2010 22:00 
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:carcajada:


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Traducción al español por Huan Manwë para phpbb-es.com