¿Y de los sobres de pasta hecha, que dicen que hay ración para dos personas, y a mí justo me llega con un sobre para mí solo, qué?
Bueno, igual un sobre para uno en realidad es mucho , pero desde luego, si hay que repartirlo para dos se quedan las dos con hambre.

Parte: los yogures hechos en casa son... ejem... argh. Vaya, que no me gustan.

Pues el que hicimos nosotros en Microbiología estaba rico

Bueno, más que hongos, son bacterias

Pero si además es con hongos, mucho mejor. Queda todo más interesante

Y los yogures solo me gustan naturales

Me han avisado de que esto no lo ponga, que voy a coger fama de zampabollos en el foro. Me he contenido unos días, pero ya no puedo callar más , porque es algo que me repatea: se trata de la disminución generalizada de los tamaños, pesos y medidas.

Para empezar, estoy convencido de que los kilos y los litros de antes eran más grandes que los de ahora. Pero, aparte de eso, me sulfura comprar una caja de cosas como bombones, cereales, galletas o mazapanes, abrirla y tener que ir a buscar los prismáticos para encontrar el producto, que está allá abajo. ¿No podrían hacer la caja más pequeña, y así ahorramos cartón, o llenarla del producto y así harían feliz a la gente como yo? El caso de los mazapanes me parece especialmente cruel: ¡eso es atentar contra el espíritu de la Navidad! Vamos, que hace unos años que dejé de comprarlos en caja y los compro al peso. Y el colmo: las Navidades pasadas detecté que hacen lo mismo con las tabletas de turrón: son de 150 o de 200 gramos, pero las siguen metiendo en cajas del tamaño de las de 300, y te ponen un cartón para rellenar el lateral.

¿Y qué me decís de los helados, eh? Hace unos años sacaron un helado espléndido, de forma y de tamaño, al que llamaron "Magnum". Desde entonces, lo han ido reduciendo, reduciendo, y ahora te venden cajas de cuatro helados que no son ni la mitad que el original. Y tienen la cara de seguir llamándolos "Magnum". "Minimum" los tenían que llamar.

En fin, que me..., que me... ¡Que me voy a comer, a pasar estas penas!

No me fijo en cómo vienen de llenos los paquetes de mazapán (de soto mejor que en figuritas). Yo sólo pienso en comérmelos!

Otra cosa que no me gusta nada, y que la mayor parte de las veces me ocurre en el autobus (aunque no siempre; alguna vez me ha pasado en un concierto) es que el/la de al lado se me ponga a hablar de pronto, sin ni siquiera decir buenos días. ¿Por qué gente a la que conoces de nada se toma esas confianzas?. Y encima, normalmente es para decir alguna frase hecha, como "Nos llevan como a borregos", "A éste dónde le habrán dado el permiso de conducir" y cosas así. Cuando eso ocurre, me pongo a mirar por la ventana hasta que el otro se cansa. Salvo una vez, que el individuo era tan brasas que acabé diciéndole, con la cara más ceñuda que supe poner: "Perdone, pero no le conozco de nada. Y estoy seguro de que usted a mí tampoco". Y al fin, se calló.

Hace unos años sacaron un helado espléndido, de forma y de tamaño, al que llamaron "Magnum".