Las famosas Bodas!
Relativa decepción con esta grabación de la que tanto se ha hablado últimamente en el foro. Decepcionado no por su calidad, sino porque no sé si merece tanta atención. Una buena grabación pero lo único que me ha apasionado de verdad y que merece un monumento es el Basilio de Renato Ercolani, que tiene más Mozart (del mío, cada uno tiene el suyo) que todo el resto del reparto junto.
Taddei es un cantante al que admiro muchísimo, que tiene verdaderas creaciones (Falstaff a la cabeza), pero su Figaro me parece muy antipático, casi borde. Una comicidad anticuadísima y violencia donde debería haber chispa (Figaro es el otro reflejo del espejo, tosquete pero encantador, de Susanna; es injustificable ese desprecio maschio a Cherubino en el Non piu andrai). No me hace gracia (igual que no me río con Ozores). Los recitativos excelentes, en ese mismo código dulcamariano y troppo buffo pero muy bien acentuados, italianísimos. Vocalmente un poco grueso y con verdaderos problemas (solucionados con trucos) en el paso al agudo...los que gustan de criticar a algunos Fígaros actuales deberían ser coh... bueno no soy el más adecuado para pedir coherencia
Moffo bien. Es femenina, tiene encanto y hay brillitos en su fraseo (lo vuole, sì, lo vuol...manco parole), aunque siempre se queda a medio camino al acentuar (ejemplo clarísimo el Via resti servita, donde tiene momentos divertidos y otros que parece que se olvida de que lo estaba haciendo genial, ese l'età neutríiisimo). Realmente bien el Venite, inginocchiatevi. La voz es rica, timbradísima... Mmm, parece que estoy describiendo la Susanna de otra Anna más reciente. Pero no voy a invocar de nuevo a la coherencia
Muy bien la Condesa de Schwarzkopf. Su elegancia vienesa tiene sus pros y sus contras, acaricia la superficie, la hace brillar, pero no va al fondo. El Dove sono es melancólico y sentido, pero no llega al nivel de profundidad y de patetismo que siempre me pide el cuerpo (también es verdad que aún no he encontrado mi Condesa favorita). El recitativo es su pequeño lastre, nunca del todo bien acentuado, a veces atropellado (la escena con el Conde y Susanna del II Acto), siempre remilgado, pero bueno, es marca de la casa (y de la época).
Cossotto es demasié para Cherubino, intachable vocalmente, pero ni huele el carácter adolescente y vivaz del personaje. Si el Non so più tiene un pase ese adormilado y frígido Voi che sapete lo fastidia todo (Giulini no ayuda). Y eso que tenía a Lisbeth y Anna delante para encenderse!
El Conde es uno de los personajes más endiablados de Mozart, con una escritura ingrata, dificilísima, pero de esa dificultad que pasa desapercibida. Waechter lo lleva a su terreno, frasea con una inteligencia espectacular, siempre buscando el acento, aunque esa búsqueda a veces le hace cruzar la línea de lo vocalmente correcto. Pero me ha encantado su retrato de un Conde caprichoso, irrefrenable (e irrefrenado), descarado pero a pesar de todo condal. Tiene ese atrevimiento elegante en el fraseo que sólo un personaje de su condición, arrogante y seguro, puede permitirse. Una creación.
Giulini, lamentablemente, lo envuelve todo en un ambiente correcto, con el espectacular color de la orquesta Philarmonia, pero no hay ni un sólo momento de luz mozartiana.
No son mis Bodas ni mi Mozart, pero es una buena grabación.
Perdón por el rollazo, pero después de todo lo que se ha hablado, me apetecía