Insoportable bodrio, con el que Amazon Prime Video vino a darnos la puntilla tras el ominoso 2020 que, por fin, ya concluyó. Y lo mejor de todo es que los muy pretenciosos --con algunos de los actores protagonistas a la cabeza-- creen que han descubierto la Luna, presentándonos a un Cid supuestamente más verdadero y auténtico que ninguno de los que hemos visto hasta el momento, al despojarlo de esa épica (algo grandilocuente, es cierto) con que nos la presentaron Anthony Mann y Charlton Heston en el clásico de 1961. Sin embargo, los de Amazon han confundido lo genuino y lo sencillo con lo rústico y lo plebeyo; y lo real e histórico con lo anacrónico y lo presentista. De este modo, nos entregan a un Rodrigo Díaz encarnado por un actor con menos carisma que una zapatilla vieja, que si bien es cierto funcionaba como macarrilla y quinqui en la serie
La cárcel de papel, desentona por completo en este nuevo entorno, pareciendo que ha salido de un taller mecánico de polígono industrial para ir a una fiesta de disfraces ("sí, papa, voy a hasé la Rekonkihta"). O unos personajes femeninos completamente empoderados --como se dice ahora--, con pensamientos que bien podría plantear Irenita Montero y capaces de hacerle la cama a sus hombres (algo que, reconozcámoslo, resulta del todo increíble y anacrónico, tratándose del siglo XI de nuestra era). Y no entro a hablar del resto de personajes y actores --ese conde de León, encarnado por un Carlos Bardem, que va completamente vestido de negro y al que parece que le han inyectado diez kilos de botox, pues siempre aparece sonriendo un tanto forzadamente, para que todos sepamos que es el malo malote de la historia--, o el irrisorio (por altisonante) obispo Bernardo, al que da vida Juan Echanove. Quizá se salven, y por los pelos, el Rodrigo abuelo de Juan Fernández, el Fernando I de José Luis García Pérez y la Sancha de Elia Galera (demasiado guapa, demasiado joven, sin embargo). Los demás, ¡pal gato!
Una nueva oportunidad perdida. Con todo, siempre nos quedarán los cuatro volúmenes de historieta que, sobre el personaje, realizó Antonio Hernández Palacios entre 1970 y 1984.
PD: por cierto, ¿alguno de ustedes sabe dónde se puede conseguir (a un precio asequible)
Der Cid de Peter Cornelius?