Sí, me considero un rancio de primera y no encuentro nada de los últimos años que llegue a la suela del zapato al cine de John Ford, Hitchcock, Hawks, Wilder, Stevens, Walsh, etc..., como tampoco encuentro nada en pintura que se acerque a Velázquez, Rafael o Caravaggio. Como no tengo problemas de snobismos, ni ceños fruncidos, lo digo bien alto, porque no tengo que "ir de nada". Asimismo, nunca me han gustado las gafas de pasta y para ligar, tampoco he optado jamás por la vía de llevar a una gachí a ver cine Moldavo. Siempre he preferido la fila de los mancos viendo una de acción o de miedo.
Eso sí, empecé a ir al cine con 4 añitos que me llevaron mis papás. Ford ya había fallecido, pero ví Blancanieves en una reposición y me impresionó mucho. No tanto, claro, como el día que ví con 7 años "La Guerra de las Galaxias" en el Cine Roxy de Madrid. Fue algo impactante. Uno cogió, por tanto, el hábito de seguir yendo al cine y ver las películas en pantalla grande. Eso sí, reconozco, que el cine Maorí, Georgiano o Aleutiano, nunca ha captado mi interés. Dado que Hollywood lleva años haciendo, en su mayoría, un cine lamentable, todo ordenador, dirigido a adolescentes u oligofrénicos, sólo disfruto con Tarantino, Clint Eastwood y poco más.
Por otro lado, no venero sólo el cine del Hollywood clásico (mi favorito in eternum), sino que me encanta Visconti, De Sica, Buñuel (no todo, "La vía láctea", por ejemplo, me parece una tomadura de pelo), Berlanga, Dreyer (grandioso), Murnau, Eisenstein, Renoir y sí, también Juan de Orduña y Ladislao Vajda
Sr. Ulysses, alégrese, en mi lista de 10 películas favoritas, hay dos de fechas posteriores a "Siete mujeres" (despedida gloriosa de John Ford). Se trata de "El Padrino" y "Grupo Salvaje". Ningún shock ha superado el mío cuando leí su comparación Andrei Rublev-Aida.