Wer hier im Gotteskampf
zu streiten kam für
Patrizia Ciofi,
der trete vor, der trete vor!
O lo que es lo mismo, me presto en esta Justa como fiel Paladín de Patrizia.
Ayer comparecí en el Liceu con cierta desgana. Todo cuanto sabía respecto del cast que me tocaba en turno no invitaba a la euforia precisamente. No por la competencia que a priori ofrecía el reparto, objetivamente de alta adecuación a la partitura, sinó por esa aureola creada alrededor de la Ciofi, especialmente orientada a la comparación con la Diva eslovaca.
Al poco de iniciar la función había olvidado ya los acordes inicialmente dubitativos de la orquesta liceísta con patinazo incluido a cargo de los metales, para sumergirme decididamente en el mágico universo de plena evocación romántica que creara el Cisne Bergamasco.Y dispuesto a dejarme llevar por esa comunión mística oficiada en el Coliseo barcelonés a través de unas sutiles anotaciones plamadas en un pentagrama en un momento de genial inspiración.
De la parte canora aparece un Michaels-Moore del que prima facie se puede predicar a su favor que pronuncia muy bien la lengua italiana para su condición anglosajona; pero en mi opinion anduvo algo corto de apoyo en los graves mejorando su prestación central al dar volumen y en consecuencia dejándome una sensación de incipiente fatiga vocal. No obstante ello salvando su actuación con algo más que simple corrección.
De Giacomo Prestia, al que vimos también en el reciente Nabucco, lo primero que me llama la atención es su gran presencia escénica. En cuanto pronuncia sus primeras frases siempre tengo la impresión de que algo grande va a pasar, y así permanezco expectante durante sus intervenciones hasta que concluyendo, pienso que una vez más nada realmente grande ha sucedido. Notables como siempre sus graves no resuelve la tesitura aguda con igual solvencia y en muchas ocasiones pienso que la voz se le queda atrás.
En cuanto a Filianoti, creo recordar que fue hace unos cuatro años que apareció substituyendo a Marcus Haddock, en la Traviata de Eyre, representada en el Liceu. Si la memoría me sigue siendo fiel ha comparecido sucesivamente en Rigoletto, Elixir y ahora en Lucia. La eterna promesa, il “bambino d’oro” por el que hace mucho tiempo apostó la crítica italiana como candidato a ocupar un lugar de relevancia en el espectro de los lírico-ligeros, sigue siendo esa promesa de Regio- Calabria que parece que sí, pero que al final es que no. Y alforjas no le faltan a mi juicio: materia prima de gran clase, presencia física notoria, y aplicación técnica y adecuación de sus posibilidades al repertorio practicado. Pero algo le pasa a Beppe con Barcelona... Su aparición fue prometedora en Traviata, notable en el Duca...Pero, Ay!!... El funesto traspiés de la Furtiva en presencia de la mismísima Sra. Alagna, tras una interpretación hasta el momento modélica le sumió en un mar proceloso, repleto de dudas del que no ha conseguido escapar. Ayer fué más de lo mismo, inicio prometedor con buen fraseo y línea de canto. Una voz más bien justita de volumen, pero de adecuación y estilo impolutos. Como siempre figura no le falta, pese a no ser actor de natura,se movió con cierta soltura por el escenario. Igualdad perenne en el registro, hasta que llega a su intervención conclusiva y cómo no! Pequeño percance en la línea que tras una inflexión y subsiguiente ascenso quiebra la voz. Mucha gente no percibe el ligero incidente, pero a partir de ahí inseguridad y declive de la homogeneidad del canto, que conducen a un final nada brillante, pero que en ningún caso me conducen a considerar la actuación global de este Tenor como absolutamente insatisfactoria.
De quien quería hablar es de Ciofi. Erigida en legítima triunfadora de la noche por aclamación popular, esta soprano toscana, asume el rol distanciándose de la línea pirotécnica apabullante de las grandes coloraturas que han coronado este papel. Ella carece de muchas de las virtudes de tantas grandes Lucias.. Callas, La Stupenda, la Sills. Las más recientes June, Edita, Stefania y todas las que queráis poner ahí.
Es procedente que a partir de ello el juicio por emulación sea obviamente favorable a las citadas y otras tantas más de igual relieve. Todo esto Patrizia también lo sabe y sale a jugar con sus propias armas: Donde no existe timbre besado por los Dioses, opone técnica inmaculada. En lugar de la coloratura de fuegos de artificio, contención y asunción psicológica plena del personaje. De su conocida y relativa falta de volumen, gestualidad y fraseo preciso.
Su escena de la locura fue de un dramatismo estremecedor, de autenticidad plena, sin trampas,siempre de cara. Dándonos una lección de pundonor y de profundo amor a su profesión como pocas veces se ve en nuestros escenarios. Llegó exhausta al primero de sus finales en esa escena, no coronando el agudo como se podía esperar. Pero se levantó de nuevo en la siguiente frase como sólo una estirpe de lucahadores sabe hacer. Brava, Patrizia... Brava por sobreponerte a los abucheos de respetables ciudadanos que por el precio de una entrada se creen con derecho a denostar una entrega sin concesiones, a silbar a alguien que como tú, Patrizia, amas como tambien amamos todos los que componemos este Foro,la música y el arte por encima de todo.
Gracias, Patricia, permíteme ser tu Paladín.
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