La crítica también habló...
http://www.abc.es/abc/pg040522/prensa/n ... SP-099.asp
o lo que es lo mismo (pensando en conexiones tortuga)...
ABC, 21 MAYO 2004
ESPECTÁCULOS
EDICIÓN IMPRESA - Música
NOCHES VESPERTINAS
ALBERTO GONZÁLEZ LAPUENTE/
Todavía no se ha puesto el sol en este Madrid que ahora nos vienen a explicar que tiene color rosa porque así parece ser su atardecer y ya comienzan las Noches del Español. El teatro alterna su actividad ordinaria con algunas otras variopintas. Entre ellas recitales «clásicos». María Bayo ha sido la primera en romper el fuego. Buscar nuevos espacios como éste sólo redunda en beneficios. Una magnífica entrada, un público entregado y «distinto». También es otra la forma de aplaudir al final. Oxigena cambiar de ambiente.
María Bayo no da un paso a tientas. Lleva tiempo cantando un programa que parece el mismo pero que modifica poco a poco. De pronto puede verse alguna nueva «Tonadilla» de Granados o algún otro «lied» de Mozart, distintas obras de Martín y Soler o de Esplá. Y es que basta oír cantar a María Bayo para comprender que sólo cuando las cosas están muy en su sitio asume sacarlas al escenario. Ha ensanchado la voz y con ello ha atenuado el preciosismo de la filigrana, pero a cambio gana día a día en sensatez y mayor vuelo expresivo. María Bayo tiene la virtud de que se le entienda lo que canta, huye del efecto y es rigurosa. Calentó la voz con los españoles del dieciocho, poniendo ya en las «Seis arietas» de Martín y Soler toda la sinuosidad de los amores y los celos. Así llegó a Mozart y con él a un punto culminante, por el color de la voz más inmaterial y por la elegancia del fraseo. Al final la música española cantada con nobleza y acompañada, como todo el recital, por el pianista Fabrice Boulanger, no demasiado acertado a la hora de asumir el estilo de aquellas piezas más características de nuestro entorno.