Yo me voy a centrar en las brujas tal y como se las presenta en el montaje del Liceo. Los que no lo hayan visto y quieran mantener la intriga, que no sigan leyendo
SPOILER
Bueno, si has superado la tierra de nadie es que quieres leer lo que pasa con las brujas.
En este montaje, las brujas tienen un papel mucho más intenso que en la obra original. De ser la "causa primera" de la acción, la piedra que derrumba la presa, aquí pasan a tomar un papel mucho más activo. No musicalmente, porque es imposible enmendar la partitura, pero sí escénicamente.
Así, es una de las brujas la que lleva la carta de Macbeth a la Lady. Haciendo que Macbeth la escriba mientras está cantando en su primera intervención (normalmente nunca vemos cómo ni cuándo la escribe) se permiten que sean las fatídicas y barbudas mujeres las que lleven las noticias impregnadas de mal a Lady Macbeth. Ella, cuando se despierta, encuentra maravillada la carta.
Al final del primer acto, nueva intervención inesperada. Y que para mí roza lo genial. Cuando todavía no ha terminado el concertante en el que lamentan la muerte de Duncan, una de las brujas entra en escena, y recoge la corona olvidada por todos. Arrodillada, la ofrece a quien quiera cogerla. Y en ese momento, Macbeth, Banquo, Macduff y Malcolm se lanzan a por ella: es también una sombra de duda sobre Banquo y Macduff, que de pronto se nos revelan como ambiciosos, susceptibles de ser tentados por las brujas - recordemos que Banquo consideraba "lieti auguri" las palabras que dirigen a Macbeth con la profecía. Este hecho hace un Macbeth incluso más negro.
Pasamos al segundo acto. Banquo y su hijo Fleance están a merced de los asesinos. De hecho vemos que muerto el padre, el hijo está en manos de ellos. Y nuevamente entran en escena las primas hermanas de Satanás, y liberan a Fleance, escondiéndole en el sumidero donde todos los personajes se lavan las manos. Las brujas impiden que Macbeth cumpla su designio y tuerza la profecía que la atormente. Casi podríamos decir que ellas aquí hacen trampa, para reforzar sus palabras: Macbeht, leche, te hemos dicho que la estirpe de Banquo reinará, no intentes cambiar las cosas.
En el tercer acto, el atormentado y ya medio chifalado Rey las visita. Aquí son plenamente protagonistas, y el director de escena les concede sin dudas el papel estelar mientras cantan el coro, recreando la fantasía del matrimonio de tigres, que se ven (momento onírico glorioso) rodeados de una prole de niños, los hijos que necesitan para que les hereden y no haya muerto Duncan para los descendientes de Banquo. Curiosamente, hay niños y niñas en el sueño, contradiciendo las palabras de Macbeth en la obra original: ¡No engendres más que hijos varones, pues
tu indómito temple sólo puede crear hombres! Pero son ellas las que destruyen el sueño. Y destruyen mucho más que el sueño, puesto que terminando el coro separan las camas de Macbeth y Lady Macbeth, la cama que cuando estaba unida decía mucho, y donde, entre arrumacos y caricias, tramaron la muerte de Duncan. Las brujas destruyen el matrimonio, que incluso cantará separado el vigoroso dúo que pone fin al tercer acto.
Y aquí desaparecen las brujas, que sólo volverán a escena con Macbeth muerto y crucificado.
Aún podrían haber aparecido una vez más, para sembrar más caos: al final del segundo acto, podrían haber arrebatado a Macduff ellas mismas sus hijos y su esposa, con lo cual habrían merecido el título de Malas Malísssimas...
Conclusión: esta puesta en escena potencia y mucho, a mi entender, el papel de las brujas como artífices auténticas de la tragedia de Macbeth, Rey de Escocia.
PD: Creo que me ha quedado un poco arrebatao
|