En cualquier caso, y siendo evidente que en España se ha afrontado este asunto tarde, mal y nunca, tampoco es muy diferente en otros países europeos, o en Estados Unidos, donde además de los agujeros en el sistema sanitario tienen que afrontar el 'efecto Trump' (bueno, y además una chapuza que hicieron con los test, la mayoría de ellos inválidos, razón por la que hasta ahora en USA se han hecho muchos menos que en UK o en Italia, y no digamos ya que en Corea).
Sinceramente, pienso que la forma lógica de dar la vuelta a esta situación, es declarar el estado de alarma. Entiendo que esto puede sonar a declarar la guerra, o a restricciones durísimas de la libertad individual, pero en realidad es algo previsto en la Constitución y en nuestro ordenamiento jurídico.
Artículo cuarto. El Gobierno, en uso de las facultades que le otorga el artículo ciento dieciséis, dos, de la Constitución podrá declarar el estado de alarma, en todo o parte del territorio nacional, cuando se produzca alguna de las siguientes alteraciones graves de la normalidad.
a) Catástrofes, calamidades o desgracias públicas, tales como terremotos, inundaciones, incendios urbanos y forestales o accidentes de gran magnitud.
b) Crisis sanitarias, tales como epidemias y situaciones de contaminación graves.
c) Paralización de servicios públicos esenciales para la comunidad, cuando no se garantice lo dispuesto en los artículos veintiocho, dos, y treinta y siete, dos, de la Constitución, concurra alguna de las demás circunstancia o situaciones contenidas en este artículo.
d) Situaciones de desabastecimiento de productos de primera necesidad.
Si esta no es una crisis sanitaria, pues que baje Dios y lo vea.
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