La mayoría de las nombradas, Radvanovsky, Meade, Stemme, Netrebko por supuesto, para mí la única verdadera diva actual, son cantantes destacadas de los últimos tiempos, pero gustaría comentar dos sopranos citadas y una absolutamente olvidada, para mí injustamente.

Aunque consagrada en los 90 y fallecida permaturamente, Daniela Dessì desgranó gran parte de su arte durante el siglo XXI. La última función que la ví fue Fedora en Genova en 2015 y muchísimas de distintos títulos en los años anteriores. La última representante, junto a Fiorenza Cedolins que ha nombrado Quint y me alegro porque a mí también me ha dado grandes noches de ópera, del gran sopranismo lírico italiano. Voces bellísimas, carnosas, esmaltadas y sustentadas en la gran escuela de canto italiana. Siento mucho que ya estén olvidadas entre los aficionados.
También es justísima la mención -por parte de Supermaño- de la soprano Barbara Hannigan, artistaza, absoluta reina del repertorio siglo XX y contemporáneo. De gran formación musical, actriz consumada y muy inteligente, pues rara vez se sale de su terreno más afín.

La razón por la cual no se sale de su terreno es porque no posee ni el volumen ni la técnica requeridos para cantar el repertorio conocido y, por lo tanto, para sobrevivir en un ambiente de suma competencia. Astuta que es, se concentra entonces en lo nuevo y experimental. El tiempo dirá si tal repertorio sobrevivirá. Sinceramente lo dudo.

Mire, usted no se merece que le conteste después de las excrecencias que ha vertido sobre una soprano legendaria, histórica, un fenómeno vocal, como Edita Gruberova, que tantas noches inolvidables de ópera me ha brindado. Yo acostumbro a barrer la basura (es decir, la mayoría de sus mensajes) y echarla al vertedero.

Eso sí, en nombre de la verdad y sin dejar de lado el inmenso placer de dejar en evidencia su gran ignorancia, subrayaré que, evidentemente, la Sra. Hannigan no tiene ni el timbre, ni el volumen, ni la proyección, ni la técnica para cantar Il Pirata de Bellini, Lucrezia Borgia de Donizetti, La Forza del Destino de Verdi o Tosca de Puccini. Tampoco La Valquiria de Wagner, ni Herodiade de Massenet, ni Euryanthe de Weber, pero como tantas que cantan hoy día estas óperas. Ella, sin embargo, consciente de sus limitaciones y sus virtudes se dedica al repertorio siglo XX y contemporáneo. No sólo a lo que usted llama "experimental" (frente a lo que califica de repertorio "conocido", será por usted y sus estrechas miras, otros tenemos horizontes musicales más amplios). Hannigan interpreta una "Lulú" de referencia, ópera que tiene ya más de 100 años, oiga, obra maestra del repertorio del siglo XX. Igualmente "La voz humana" de Poulenc, que también tiene unos añitos y ha creado Agnés de "Written on skin" una ópera contemporánea que se está reponiendo una y otra vez. Parece que perdurará. Eso sí, si sólo se la oye en disco..., a esta señora hay que verla en teatro.

Y además es que hay muchas con menos voz que Hannigan que se lanzan a destrozar Toscas. Ella canta lo que le va bien y lo hace de maravilla. Yo también me la pensé para la selección pero no me daba. Este mayo viajo a Cleveland para verla como Lulu.

Aunque estoy de acuerdo con los comentarios del señor Tunner sobre la Hannigan, sí quisiera precisar que a "Lulu" todavía le quedan unos cuantos añitos para ser centenaria.

Señor Tanner, si hubiese Ud. nominado a EG como una de las indispensables (en su territorio ligero) del siglo XX, quizá no hubiese razón para discutir el asunto. Pero el afronte de empujarla a la cima del siglo XXI es acción cínica e inaceptable por las razones que todos sabemos y que son más que audibles. Por lo tanto merece confrontación su agenda. No deseo discutir esto más pero espero que contemple sobre lo que he escrito, al menos para que comienze su recuperación (la suya, no la de la de antaño).

O sea que para cantar Lulu, o Ligeti o Zimmermann o Jarrell, no hay que tener volumen y quien sabe que técnica se necesita para cantar eso.

Cierto lo que dice Tunner ( y es por mi parte ,un relativo olvido ), de las excelencias de Daniela Dessì.
Por mi parte no la he citado, ya que considero que es una soprano que ya destacó desde mediados los 80s del siglo pasado ( como le sucederá cuando hablemos de tenores destacables aún hoy en día, como Kunde y Alagna )
A Dessí , la vi debutar ella en el Liceo con 27 años de edad, como Desdémona en un exitoso Otello de 1.985 ( Domingo, Carrolli y Dessí, dirigido por el malogrado Luis A. García Navarro )

Pues cerramos con las sopranos
NETREBKO
RADVANOVSKY
MEADE
+OROPESA

Y pasamos a los Barítonos.

Mundo barítononal actual, pleno S.XXI donde no queden las grandes reminiscencias de esta cuerda que ya empezaron en los 80s del pasado siglo y siguen cantando, muy huérfano de grandes referencias.

De momento y de los mejores y buenos barítonos S. XXI, tengo solamente un claro referente: Carlos Álvarez y quizás también, a Bryn Terfel.
Hay varios referentes también de interés, pero yo los considero más propiamente del S. XX que del actualidad ( casos de Bruson, Titus, Nucci, etc..)
Para los otros 2 o 3, debería pensármelo bastante

A Terfel lo metería en bajos (o bajo-barítono).
Tampoco es que abunden mucho las joyas en esta cuerda. Al menos en mi repertorio más afín. Diré a C. Álvarez, Nucci y Tezier. Complementario Luciano.

Vuelvo a aclarar que al menos yo estoy votando a cantantes que han llegado a primera línea en este siglo, por lo que no he considerado buena parte de los nombres que se están mencionando. Revisándolos, me queda la duda de la Cedolins, que podría entrar por los pelos. Y en cuanto a la Hannigan, suscribo los comentarios de Tunner y de Zelenka. Decir a estas alturas que el Grand Macabre (¡no hace falta remontarse a Lulu!) es “nueva” o “experimental” resulta como poco llamativo; y tampoco es cierto que la música vocal del último siglo no requiera de formación y técnica, aunque estas sean obviamente muy distintas del bel canto.

Lo de los barítonos, si pensamos en el gran repertorio, podría quedar directamente desierto. Voy a votar a Ludovic Tézier como el más digno que conozco, a un nivel poco más que discreto. Los otros dos votos van para Christian Gerhaher y Gerald Finley, más que notables dentro de su zona de confort pero carentes de la prudencia que antes valorábamos al hablar de Barbara Hannigan.

El accésit para Benjamin Appl: le he escuchado cosas de Bach y de Schubert y me ha encantado; hace poco leí a pastoso que había debutado con acierto en Così fan tutte y me fío de nuestro estimado forero.

Aquí el nivel no es tan bueno como en las sopranos, pero ahí van mis candidatos: Carlos Álvarez, Ludovic Tézier y Stéphane Degout. Complementario: Gihoon Kim, el de Operalia 2019.

Pues yo discrepo, apreciado amigo
Para mi Terfel, no es bajo ni por asomo. Yo lo considero en cuanto a tesitura, un auténtico barítono. No tiene los graves consistentes ni profundos para ser Bajo
( es casi, como si dijéramos que Kauffmann es barítono- tenor )