Bueno, tampoco está desencaminado joseluis, que foreros no especialmente adictos hay, y yo, por ejemplo, no voy a atacar el verismo porque no tengo la capacidad de hacerlo y tampoco le veo el punto a la cosa, pero no está entre mis momentos favoritos de la historia de la música. Por supuesto, no le hago ascos a una hermosa melodía y a una escena dramática de impacto aquí y allá, pero normalmente me pillaran escuchando otras cosas.
Este número, escuchado en el teatro, bien interpretado, te impacta. Pero no estaría ni entre mis quinientos momentos favoritos de ópera. Las melodías son agradables, pero me parecen embrionarias; creo que se encadenan con un impulso retórico más que orgánico, que nos ofusca con una variedad de tonos que se puede confundir con riqueza emotiva. Y entiendo que el personaje va de una emoción a otra, del terror a la huida, de la desesperanza al amor, del amor a la nada y tal, y así se explica el carácter episódico de la línea musical. Pero hubiera preferido otros episodios.
Y claro que es un cosa personal: un número tan celebrado por fuerza es mejor de lo que a mí me parece. ¿Pero qué le voy a hacer si cualquier airecillo de Monteverdi, por ejemplo, me llega más?
Y, en efecto, la letra mejor ignorarla, como recomienda benefactoramente Hizan.
Eso sí, prefiero escuchar el aria que, pongamos, una patada en la espinilla, así que le pongo un bien.
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