Doctor Zhivago escribió:
Me sumo a esta reivindicación, aunque confieso que con un poco menos de brío del que habría gastado hace unos años. Conforme pasa el tiempo voy descubriéndole defectos técnicos y chanchullos canoros que me dan a entender que, muchas veces, su apabullante "personalidad" vocal esconde realmente limitaciones para hacer las cosas de otra manera.
Estimado y respetado doctor, le entiendo perfectamente. Y le entiendo porque yo también hice ese viaje de ida y vuelta. Tras el impacto que Del Monaco me provocó en mis primeros años de escucha con esa voz descomunal y esos medios casi sobre humanos, llegó una etapa de reflexión y de análisis que me puso al descubierto esas limitaciones que usted menciona. Pero alégrese, que tras esa epifanía vuelve otra que seguramente le otorgarán los años: los defectos de Mario provienen de la dificultad de dominar y encauzar una voz y un aparato respiratorio sin parangón en el mundo de la lírica: color, extensión, volumen y aliento que, aunados, hace prácticamente imposible no ya el fraseo, sino la simple modulación con una finalidad musical; un diamante en bruto que, para pulirlo, necesitó de una técnica (autodidacta, por supuesto) tan titánica como los medios que estaban a su alcance. Ahora a mí, todo ese cúmulo de exageraciones, de aspavientos, de alzamiento de brazos y de ojos que se salen de sus cuencas, me parecen una muestra del esfuerzo del cantante por acompañar esos medios y esas facultades que, de otra manera, serían una mera manifestación de fuerza bruta. Asimismo, mi Mario derrocha en todas esas manifestaciones algo puro y sin trampa ni cartón: la honestidad y la autenticidad de su canto y de su arte. Ahí es nada.