Me ha gustado la producción de la Verbena dirigida por
Marina Bollaín, con una actualización bastante pertinente y creíble, en estas funciones en el Festival del Escorial en 2006. Bollaín cuenta con los cuerpos estables del Teatro de la Zarzuela, a cuyo mando encontramos una dirección orquestal espléndida de
Miguel Roa junto a unos coros magníficos,;y con un reparto al que habitualmente vemos haciendo comprimarios en el Real y el Liceu. Desde luego, que si hay un camino a modernizar la puesta en escena de la obra es este, si tenemos que hacer una comparativa entre esto y el Proyecto Zarza. La adaptación tiene lugar en un bloque de viviendas que se parece irremediablemente a la tira cómica "13 rue del Percebe" de nuestro historietista Ibáñez. Pero es un bloque de viviendas que nos podemos encontrar en cualquier barrio, cerca de nuestras casas. Bollaín no toca la música original ni la mayoría de diálogos aunque introduce nuevos y hace algunos pequeños cambios, como cambios de algún personaje y mayor participación de los vecinos.
Me ha encantado, y en cierto modo me ha puesto un poco nostálgico las imágenes de la Verbena real en agosto de 2001, (al son del Pasodoble de María Manuela de Moreno Torroba)ya que yo tenía 13 años entonces: las imágenes de la ciudad de Madrid de fiesta, con los asados, los chulapos, los jóvenes de fiesta y los mayores bailando me ha enternecido profundamente. Menos me gusta el cambio de personajes como el de la tía Antonia convertida ahora en el tío Antonio, por muy bien logrado que esté el personaje, más aún en la voz del veterano
Federico Gallar. La parte final con la Verbena autentica y cantada por
Cristina Luar, aquí Severina, esposa de Sebastián, con canciones como La Bomba de King África que entonces era una sensación me parece de lo mejor del montaje. Se ve a los camareros servir copas y a Luar invitando a bailar al públicos. El director Roa hasta nueve el atril al son de la música.creíble y divertida la caracterización de Hilarión como un joven farmacéutico y ligón, más aún en la voz de
David Rubiera.
Amparo Navarro es una gran Susana y
José Antonio Lopez es un Julián brutote, de buena voz, creíble también en su nuevo oficio de butanero.
María José Suárez es una excelente Casta que canta la Soleá con una belleza destacable.
Como bien dice Bollaín en la entrevista, aquí se busca (y está) la esencia actualizadora del género chico, donde se veían cosas que el público reconocía en su vida diaria, está el añadido extra de números, como una balada gallega I el inolvidable intermedio de Moreno Torroba así como las canciones "actuales" en el tercer acto. Creo que esta es una de las vías a tener en cuenta para modernizar la Zarzuela ante un publico joven que ha aceptado los códigos teatrales de hoy en el teatro y la ópera. Y además es divertidísima. Totalmente recomendable.