Efectivamente, muchos aficionados lo recordamos, pero mire en la portada que he enlazado, a ver si aparece su nombre.

Mi primera y ya muy, muy lejana Lucia di Lammermoor. Y lejana no solo por el tiempo trasncurrido, sino por el cambio en la apreciación dramática de la protagonista, cuando abundaban las soprano jilguero seguidoras de una tradición que acabaría con la llegada de Maria Callas. Cuando la escucho es muy normal que me invada la nostalgia.

Alexander Zemlinsky – Eine florentinische Tragödie (París, 2003)
Iris Vermillion (Bianca), Viktor Lutsiak (Guido), Albert Dohmen (Simone).
Orchestre Philharmonique de Radio France. Dir.: Armin Jordan.

Tercera vez que me acerco a esta ópera y con mejores impresiones que las anteriores. No puedo achacarlo al reparto, porque a Dohmen y Vermillon ya los había escuchado en los mismos papeles y Viktor Lutsiak es el Guido menos convincente de los que conozco. Tampoco creo que Armin Jordan al frente de la orquesta de Radio France obtenga mejores resultados que Chailly o Jurowski. Así que el mérito debe de estar en la propia obra, que a cada escucha va revelando nuevos detalles de una escritura musical cuyos momentos de impasse son bastante más tensos e inquietantes de lo que parece en un principio.

Ahora viene cuando herr Kandaules aparece para contarnos ese programa doble con El enano al que asistió no se cuándo y la envidia más cochina me corroe.