Hoy, “L’Opera”, el nuevo disco de Jonas Kaufmann dedicado a la Ópera francesa. Si hace pocos días, comentando el de canciones italianas, me felicitaba de que hubiera abandonado los tintes baritonales, hoy he de decir que “ha vuelto a las andadas”, hasta el punto de que, en el dúo de Nadir y Zurga, apenas se le distingue del barítono. Por lo demás, alguien debió decirle que, en la Ópera francesa, son fundamentales las “nuances”, las medias voces, los pianísimos, etc. El resultado es una colección de sonidos sordos y opacos, y una voz permanentemente “encerrada” no se sabe dónde que sólo se libera en algún agudo. Creo que tengo todos sus recitales anteriores (el de Wagner, el de Verdi, etc, etc), y este es, con diferencia, el que menos me ha gustado. Del desastre general se salva solamente el “O Souverain, o Juge, o Pere”, que es el único fragmento en que la emisión es franca.