Pues las dos últimas Frau que he presenciado en vivo, memorables. Merbeth, Pankratova, Schuster / Petrenko en Munich y Nylund, Stemme, Herlitzius/ Thielemann en Viena.

En cuanto a La Gazza ladra, curiosamente la he visto en Frankfurt y no en Italia. Si bien, dirigía Sagripanti.

Estamos ante una de las óperas de Janacek menos conocidas y representadas. Obra de 1920, escuchada en casa tiene el estilo Janacek claro aunque parece menos afortunada que sus dos reinas, a saber, Jenufa y Kat'a Kabanova.

Hoy, “Jenufa”. Función del Real (2009). Grabación de Mezzo. Recordaba con agrado esta función, y me apetecía ver de nuevo esta ópera. Y creo que he hecho bien, pues la he apreciado más de lo que lo había hecho hasta ahora. La encontraba poco melódica, y ahora me he dado cuenta de que tiene más melodía de lo que en principio parece. La orquesta subraya muy eficazmente el dramatismo de la acción, y en cuanto a los personajes, están muy bien delineados, destacando el cuarteto protagonista: Laca, un “buenazo” aunque con algún arranque de mala leche. Aquí es Miroslav Dvorsky, con una hermosa voz a la que falta quizá algo de variedad en el fraseo. Steva, un “sinvergüenza” que le hace un niño a Jenufa y luego no quiere saber nada del asunto. Lo cantó Nikolai Schukov, discreto, como siempre. Kostelnika, la “custodia” del honor de la familia, especialmente de su hija adoptiva. En nombre de dicho honor llega al asesinato, pero se autojustifica. Es un personaje adecuado para cantantes veteranas que inician una segunda etapa en su carrera. Deborah Polasky lo encarnó haciendo de ella una señora hierática y más bien antipática (no tiene por qué ser simpática), apoyada en una presencia escénica imponente. Y la protagonista Jenufa, una “infeliz” a la que le pasa de todo hasta llegar a un final esperanzador con el buen Laca. Amanda Roocroft expresó convincentemente estas circunstancias alcanzando momentos verdaderamente emotivos. Bien el resto de los intérpretes. Ivor Bolton dirigió obteniendo un muy buen rendimiento de la Orquesta y Coro del Real. La función obtuvo un considerable éxito de público.

Estuve. ¡Ya hace diez años! Releyendo mis notas, en vivo la orquesta me pareció flojilla, con poca presencia de la cuerda, como era habitual en la época de López-Cobos. Llevo quizá desde entonces sin escuchar óperas de Janacék. Y mira que me gusta su música en otros géneros, pero es que son libretos muy raros, coñe.

Aunque no es su título más conocido he podido acceder a esta grabación de un título breve del oscarizado Nino Rota. La obra apenas dura tres cuartos de hora y es de fácil y agradable escucha, en un lenguaje accesible. Una pequeña diversión. A la ópera le acompaña una Sonata para viola y piano del mismo compositor bastante anterior, de 1934. La ópera es de 1950.

Después de muchos años de espera por fin he podido escuchar esta ópera, de la que tuvo conocimiento de su estreno en mi tierna adolescencia musical. Una música que bebe del Shostakovich de Nos y de la ópera del absurdo. Una obra que me recuerda a la corriente antiópera de finales del siglo. Tesituras forzadas hasta provocar el anticanto con voces desfiguradas; unas obra, en definitiva, de escucha recomendable solo para personas de curiosidad infinita.

Después del fiasco que supuso su suspensión en el Liceu (con avión y hotel ya pagados, más las pertinentes entradas) en el programa doble que completaba Der Zwerg, con ganar de debutar este título el próximo sábado en el Campoamor ovetense.

Esta grabación tienen algunos alicientes por ello del paso del tiempo. Por ejemplo, salvo error, esta fue la última grabación de Vicente Sardinero y la primera importante del hoy reconocido Juanjo Mena. Emilio Sánchez es un Joshe Mari bastante de andar por casa. Un Mikeldi Antxalandabaso, por ejmplo, le da mil vueltas. Aun no entiendo como no se grabó -como creo que era la primera intención- hace ya algunos años alguna de las funciones del Arriaga con el citado tenor, Ainhoa Arteta y Ángel Ódena. Tendríamos, al menos, una alternativa moderna de esta zarzuela que desde esta grabación de 2001 no conoce propuesta discográfica.

Por otro lado es curioso constatar que Ana Rodrigo, que en algunos momentos se vio como esperanzadora soprano está realmente apurada en esta Ana Mari. De hecho creo que su carrera como solista fue relativamente corta.

estamos en esto.
un tenor lírico-ligero un poco de manual. hay buen gusto cantando, el timbre tiene ese puntito arenoso que le da un leve matiz diferenciador.
casi como prueba del siete, uno se va al "Parmi veder" y en el "le sfere agli angeli" la cosa no suena por momentos todo lo fina que debiera al final del pasaje. y el Do del aria de "Faust" no me disipa del todo las dudas.
el tipo, eso hay que reconocerlo, encuentra sonidos mixtos de cierta belleza.
no sabría decir qué tamaño tiene la voz en un teatro.
pero vamos, no mataría por escuchar al tipo en vivo, debo decir.

Toda una sorpresa esta grabación de Andrea Chenier.
Primero por la calidad del sonido y la dirección del Marcello Viotti; cómo están cuidados los secundarios - la vieja Madelón, la Condesa... - Una versión de Chenier cuidada, en suma.

En relación con los protagonistas empiezo por la que menos me ha gustado: Maria Gulegina. Le reconozco una voz que en teatro debe de escucharse perfectamente por su buena proyección. Una voz con cuerpo y sin problemas de centro arriba en su tesitura - ávara en los graves en la "mamma morta" - con una dicción razonablemente cuidada y con una interpretación correcta y sentida a medida que avanza la ópera - fría en el acto I - Desde luego, no es la Maddalena de Coigny de referencia para mí, pero es una Maddalena vocalmente imponente. Es una lástima que no grabara Ángeles Gulín esta ópera, ya que por tesitura encaja perfectamente con sus impresionantes dotes vocales, estando impresionante vocalmente y en el plano interpretativo en la Andrea Chenier bilbaína de 1981. Literalmente "se come" a Bonisolli en los agudos finales.
Bruson es el gran fraseador que siempre ha sido y si Gulegina está en el acto I fría, Bruson está perfecto en intenciones. La voz no es titánica. En directo podría resultar empequeñecida al lado de compañeros de fuste, pero su arte ahí está. Mas convincente en los recitativos que en sus grandes arias, en la que siempre echo en falta a Bastianini.

De Bonisolli he de reconocer que está menos expansivo que en Bilbao y en Niza en 1981 pero al ser en estudio le sale un Chenier más reflexivo y contenido, con menos detalles veristas y mejor construcción de algunas frases. Un tenorazo de raza de los que hoy no quedan, que sabe matizar en esta grabación teniendo un canto extrovertido en "si fui soldato" y meditado e íntimo en "come un dí" y en fragmentos del duo final o en su aria de entrada, declamada de forma muy convincente. El tenor está ya en la cincuentena y suena maduro [pasadete, de centro mate, oscuro, para nada hay esa luminosidad tímbrica de Carreras o Pavarotti] en claro contraste con la voz fresca y juvenil de su compañera....pero el fraseo está ahí, no es el fraseo genérico de Pavarotti en su versión de estudio con una Caballé sobrepasada por el papel y un convincente Nucci como Gerand. Domingo es distinto, en Chenier lo encuentro muy expresivo y de centro bellísimo, pero en el final....naufraga. Un tenor sin do o con un registro agudo problemático no debería de enfrentarse a Chenier.

Una versión a conocer. Para un servidor, por delante de la de Carreras-Marton y Pavarotti-Caballé. En este sentido, difiero del criterio de Fernando Fraga en su libro de discos de ópera. La de Domingo con Scotto, el problema es, para mí, la soprano, si bien frasea bien, el registro agudo ya en 1976 es problemático.

No es una grabación en estudio. De hecho la portada del disco lo indica "Live aus der alten oper Frankfurt". Es una toma en vivo de una interpretación en versión concierto. Yo la tengo en imagen y he de decir que es la Guleghina más fría y encogida que nunca he visto. No parece ella. Bonisolli está bastante bien ahí y Bruson magistral
A mí me encanta la Maddalena de la Scotto. Algún agudo agrio no empaña una soberana creación dramática, sólo superada por la genial Callas en La Scala 1955.

La Gulín y su voz estereofónica, absolutamente única, luce perfectamente en una grabación en vivo 1970 con Bergonzi.

El registro de Gigli y el directo de Viena con el trío Corelli Tebaldi Bastianini con dirección de Lovro von Matacic están, en mi opinión, en la cumbre de la discografía de Chénier.

Discrepo parcialmente de lo que dice Tunner, en cuanto a mejores grabaciones del Chenier, siempre en vivo:

2 imprescindibles live,

1955, Del Monaco / Callas/ Protti,

1960, Tucker / Tebaldi / Bastianini, Met y dirige Cleva

Y sin dejar atràs, la del 57 que también dirige Cleva, con unos grandes Tucker y Warren, más la Milanov ( aunque esta era màs verdiana que verista ) pero que fuerza vocal!

Estoy con vd de acuerdo. Solo un matiz: esa grabacion tiene truco. Es una grabación perfeccionada en estudio. Un detalle:

Si usted se fija, Bonisolli en el video, que también lo tengo, se equivoca en la letra de "i colpito..." de modo evidentísimo y esa equivocación no sale en el cd. Está retocada, pulida, perfeccionada en el estudio, con lo que podemos concluir que es un producto de estudio.

En referencia a los cantantes que cita como referentes , cierto es que no cité a Callas. Maddalena de Coigny es uno de esos papeles que no debería haber cantado. Primero por su centro vocal, no de tanto lustre como el papel lo reclama y luego por el desgaste que supone ese papel tan central de tesitura - salvo el final - en su voz. La dicción, la interpretación estan ahí. Daría lo que fuera por oir su Imogene con Corelli en 1958, su Isabel de Valois...pero...¿su Fedora? No. Estamos ante otro papel que no sé cómo lo cantó...una pena. ¡Que gran Elisabetta del Roberto Devereux habría sido!

De las grandes Maddalenas de Coigny, la Tebaldi hemos de reconocer que tampoco es un dechado de expresividad, aunque el directo ayuda. Tiene lo básico, ausente en Callas-Scotto que debe tener Maddalena: un centro vocal imperial, único en la historia del canto, por su belleza intrínseca y potencia. En los agudos finales...mmm....no sé yo.

Para mí es la mejor Maddalena es la Gulín: agudos capaces de opacar a una Nilsson; un centro hermoso, ancho, potentísimo, aunque en determinadas notas un pelín entubado (y con lejano parecido a Callas en esas notas entubadas); una dicción preclara; una expresividad y entrega estupendas también "su mamma morta" es un prodigio de declamación"; un temperamento latino , mediterráneo que se le escapa a Gugelina y a Marton....en fin....una Maddalena completa.
Scotto: sí, tiene usted razón. Sabía diferenciar estados de ánimo ...su Santuzza es sorprendente en los recitativos....pero falla en agudos y centro, y esos dos aspectos son fundamentales en Maddalena. De Scotto me quedo con todo lo que cantó antes de 1970, luego hay que ir escogiendo con lupa y frente a aciertos geniales (Luisa Miller) hay otras empresas más criticables y polémicas (Gioconda o Lady Macbeth) en mi opinión.

Gulegina.....bueno....yo veo que en los pasajes más dramáticos, su voz corre estupendamente y es moderadamente expresiva. Persuade más que convence. Es un producto de estudio, donde hace una labor....óptima desde el punto de vista de la interpretación. Vocalmente tiene frescura en su voz. No es una Maddalena viril a lo Marton y su timbre es agradable y femenino. Vocalmente puede.

Corelli. Estamos en su papel. Yo de él solo he escuchado su versión en estudio, y si bien vocamente puede con el papel, luego en el plano de frasear y matizar, con esa voz tan hercúlea es más complicado. Aun así, es de los mejores, ciertamente . A la hora de elegir encarnaciones de este personaje, me quedo con el Bonisolli de Bilbao (aun se le recuerda allí por esta funcion) o de Niza. Un tenor con una voz menos impactante pero que en esas dos representaciones frasea estupendamente. Una voz flexible que cuando estaba inspirado sentaba cátedra a los tenores de hoy.

Le paso la de Bilbao y usted opina.


Buenos días.

Añado a su comentario este otro:

De Milanov tenemos a estusiástica interpretación que hizo en 1954 con Del Mónaco en el viejo Met. Ahí está mejor que en el 57. El público se volvió loco. Milanov, otra grande entre las grandes.

Carl Tunner mencionó a Callas, pero con Callas pasa como con Scotto, en mi opinión: que vocalmente no daba con las exigencias del papel en cuanto a registro central y si la valoración interpretativa hay que ponerla en valor, no hasta el punto de obviar la prestación vocal de un cantante, y vocalmente, en Maddalena di Coigny y Leonora de Vargas Tebaldi gana a Callas en mi opinión. En Puccini dijo Caballé que la mejor voz que cantó Tosca fue la Tebaldi y que uno de sus mayores placeres acústicos en lo que a ópera se refiere fue escuchar la Manon Lescaut de Tebaldi. Lo siento, no puedo infomar de más datos porque ni sé cuándo ni dónde dijo eso la Caballé. Sé que lo dijo. De eso estoy seguro y que Leonie Rysanek, que estaba junto a ella asintió.

De Tucker, le hecho el falta la "italianitá"de los tenores mediterráneos. Me acuerdo de la grabación de Don Carlo 1964 con una soprano de las que hacen historia, otra grande ejejje entre las grandes: Leyla Gencer. Para mí, destroza el italiano y luego...esas maneras veristas... no sé, siempre, entre los americanos me ha parecido más interesante Jon Vickers como cantante en general. Todo ésto es según mi opinión. Es cierto que no puedo decir nada de la grabación que comenta de 1960 porque no la he escuchado.


saludos.

¿Pero eso no es práctica común en las grabaciones, corregir imperfecciones del directo? ¿Cambiar una letra convierte una grabación en teatro en una en estudio?