Hoy "Alzira", la "cenicienta" verdiana, que el mismo Don Giuseppe no apreciaba demasiado. Y el caso es que a mí me encanta. La música es vibrante, animada, y tiene fragmentos de lucimiento para los tres intérpretes principales, e incluso para la orquesta, con una más que notable obertura. Y resulta interesante porque en varios momentos anuncia clarísimamente lo que unos años más tarde sería "Il Trovatore": La primera escena de Alzira junto con su hermana Zulma, que recuerda sin lugar a dudas las de Leonora-Inés, Lucia-Alissa y tantas otras (el libreto es de Cammarano, y se nota), la intervención de Alzira y Zamoro en el concertante, análoga a la de Leonora y Manrico en el terceto con De Luna, el dúo Alzira-Gusmano (Leonora-De Luna), la gran escena del tenor ("Ah, si, ben mio", "Di quella pira"). Para variar, el final remite inmediatamente al de "Un ballo in maschera". La función es del Reggio de Parma, la cátedra verdiana (1991). La producción merece comentario aparte: En una ópera en que los indios son los "buenos" y los conquistadores españoles los "malos" (vaya, hombre), parece obligado según los cánones escénicos actuales convertir a los conquistadores en nazis y a los indios en cualquier otra cosa. Bueno, pues ante mi asombro, nos encontramos con una escena que respeta escrupulosamente la época y ambientación originales, con los indios vestidos de indios, etc. ¡Gracias sean dadas al Cielo, porque se nos ha permitido ver una ópera muy poco frecuente tal como es!. Tiene muy mala sombra que, para una vez que la ves, te den una versión totalmente ajena a lo que los autores concibieron. En la gran escena del tenor, la oscuridad es tal que no se ve ni torta. Y el escenario del Reggio les debió parecer pequeño (no es demasiado grande, pero sí suficiente) porque situaron la orquesta ocupando la parte delantera de la platea, con la consiguiente pérdida de aforo, para aprovechar también el espacio del foso, cubierto con unas gradas. Alzira canta su cabaletta casi en medio de la orquesta. Bueno, no queda mal. Dirige Marcello Viotti, con pelo, muy bien, dando una estupenda versión del glorioso "chunta-chunta" verdiano. Cantan Giacomo Prestia (Alvaro, bien) Gianfranco Pasquetto (Gusmano, un curioso personaje que es teóricamente el "malo". Pretende a Alzira y llega a someterla a chantaje al estilo Scarpia, pero la quiere en plan decente, o sea, casándose, Vamos, que no es Scarpia. Perdona al tenor tres veces: la primera porque se lo pide su padre, la segunda se lo pide Alzira, y la tercera, después de ser apuñalado, el mismo Dios). Maurizio Frusoni (Zamoro, un extenso papel de tenor, con dos escenas de aria y cabaletta, dúos, conjuntos, etc). Keiko Fukushima (Alzira, un papel también de compromiso). Todos están francamente bien. Yo me lo he pasado en grande viéndola.
|