Versión que hay que conocer, un clásico de la discografía. LA VERSIÓN a tener de Les Troyens - lo mismo que la VERSIÓN de Boheme es la de Karajan con Freni y Pavarotti o la Tosca de De Sábata con Callas y Di Stéfano.
Me encanta cómo canta una cantante desconocida por mi como es Lindholm. El sentido trágico de su canto. La dulzura y la fuerza dramática cuando se precisa de Veasey. A Vickers le hubiera llevado antes a clases de dicción francesa. Es un francés aproximativo, pero cumple con un Eneas heroico - nada que ver con Gedda -.
Las textura orquestales berliozanas me entusiasman. Su riqueza melódica, su respeto por la historia clásica, su composición de los personajes ( impresionantes Casandra y Dido. Eneas ... menos)
un monumento.
Añado:
Nunca he llegado a comprender el "no sé qué" dicen tiene esta música - y en general la de Berlioz - que ha hecho que este autor sea no tan conocido como debiera. Tuvo que venir Colin Davis para mostrarnos la grandeza de partituras tan espectaculares y geniales como Benvenuto Cellini, Les Troyens o La Damnation du Faust o la Infancia de Cristo, con una Virgen María preciosa, delicadísima de Victoria de los Ángeles - André Cluytens de la Warner Music -.
En el libro de Fernando Fraga la trata como una obra desigual a este operón de Les Troyens. Yo veo que si bien es cierto que el repetir secciones de arias puede repercutir en la progresión dramática, al relentizarla, al quitarle viveza, Berlioz creo que da un homenaje a autores queridos por él del pasado más mediato, como Gluck . Lo novedoso de su arte está ,empero, como todos saben, en su orquestación tan expresiva, llevando la voz cantante y el protagonismo de la acción. Reconozco, no obstante, que me causa la misma impaciencia en determinados momentos y según qué días, que me causa Haendel con el hecho de repetir tanto las arias con breves variaciones al servicio del gusto y en función de la fantasía de los cantantes. "Pecata minuta" no obstante, sobre todo cuando se trata del fantástico duo nocturno entre Dido y Eneas del Acto IV.
Dejo aquí mi pequeño homenaje a este autor tan querido desde la infancia por éste que escribe.