Domingo tiene unas Vísperas del setentipico abriendo la temporada del Met que están BIEN PERO QUE MUY BIEN.
en esa época, todo le sentaba así.

Sí, había oído su Re del sexteto (ahora tengo curiosidad, ¿dónde dice usted que canta un Mi b?), a lo que me refería es a que, con frecuencia, en sus grabaciones de estudio aparecen una batería de agudos "de diseño" insertados a posteriori, y que en lugar de elegir a un cantante adecuado al repertorio se trucaba la grabación para meternos en ella a Domingo. Y claro, luego vienen despropósitos en vivo como su Rigoletto con MacNeil o su Turandot con Marton. O como las cosas esas raras y extrañas que viene haciendo desde hace unos años con varios papeles de barítono.

En el dúo con la soprano y al final de la escena de la boda.

Como se está hablando tanto de “Rigoletto”, hoy me ha dado por volver a la versión de Cappuccilli, Domingo, Cotrubas, Ghiaurov, Obraztsova, que los sabios llaman “de Giulini”. Reparto lujosísimo si se tiene en cuenta que, además de los citados, están Moll (Monterone) y Schwartz (Giovanna). Los eslavos encarnan con total solvencia a la pareja de “acrisolados profesionales”. Plácido está bien, incluso mejor de lo esperado, en un papel que nunca fue de los suyos, según confesión propia (eso dicen). Sostiene adecuadamente la alta tesitura tanto de “E il sol del anima” como de “Bella figlia del amore”, expresa muy bien sus ideas (que no parecen evolucionar mucho) acerca de que “esta o aquella le dan igual” (primer acto) porque “son móviles como pluma al viento” (tercero) y pasa sus acostumbrados apuros en los dos agudos de “Pensieeeer”. Cotrubas es una Gilda que se pasa de modosita. Como, además, esta es una versión “de director”, se ahorra las agilidades, agudos y sobreagudos tradicionales. El resultado es que acaba siendo una pavisosa (Giudici la pone a parir, y tampoco es eso). Y Cappuccilli es un estupendo Rigoletto en una línea tradicional. Giulini obtiene un espléndido sonido de la Filarmónica de Viena, bien recogido (a veces, demasiado) por la toma sonora.

25 años después, y pese a todos los defectos, sigue siendo la número uno. Y quizá lo siga siendo por toda la eternidad. Como el Parsifal de Kna pero en barroco.

Una grabación, cuando menos, polémica y discutible, que tiene como mayor atractivo la presencia de Callas. Su Rosina es un claro ejemplo de la versatilidad de la soprano, que saca su lado más extrovertido y jocoso (no voy a entrar en consideraciones estilísticas a propósito). Y del resto del reparto, pues ustedes mismos, porque opiniones hay para todos los gustos.

Cuando escriba Parsifal y Hans Knappertsbusch, primero póngase en pié, y luego respire hondo y haga usted una reverencia estilo japo.

No es necesario que invoque el Santo Grial ni el Viernes Santo, pero una meditación y posterior escucha de por lo menos el Acto 1º, de cualquiera de los Parsifal que H.Kna nos dejó en herencia para disfrute de nosotros, humildes siervos de la causa.

Amén.

Me gustaría exigirle a la UE una directiva para que pongan en la portada de los discos de las supuestas grandes GRANDES grabaciones piratas o en directo, un WARNING que diga: pues tampoco es para tanto. Porque así me ahorran las dos horas que he pasado con esta Stuarda, absolutamente lastrada por Cillario y con la Montse y Verrett en plan pelea de gatas, sin mucha más enjundia. Vaya tostón.

creo humildemente que cometemos un error a la hora de juzgar con nuestros ojos de hoy grabaciones esclavas de las tradiciones y costumbres de sus respectivos tiempos. los tijeretazos de esta edición del Barbiere, la ausencia de estilo rossiniano en intérpretes como Gobbi, están ahí y basta con reconocerlo y saber ubicarlos convenientemente.
pero ojo a la Callas. la señora era capaz de hacerse una Norma de despeinarte y, casi en paralelo, poseer la técnica capaz de aligerar la emisión para meterse en el traje de Rosina. y vaya traje. ella es la ópera, desde luego.
Alva tiene legión de detractores. pero en su tiempo, Rossini se cantaba así. mejor aquí en los 50 que sufriendo en los 70 como Don Ramiro. ¿aceptaríamos esto hoy? no, desde luego. ese quizás sea el mejor legado, que entendemos qué es admisible y qué no. y por eso, con esa perspectiva, somos capaces de sobrellevar a Alva.

Una nueva versión de esta maravillosa ópera. Lo mejor, Eric Halfvarson aunque, claro, parte con la ventaja de que el papel de John Claggart es un bombón.

Yo opino que entre las óperas de Donizetti que más cantó caballe ( Lucrecia Borgia, Roberto Devereux y María Stuarda entre otras) No es la Stuarda la que mejor sirvió y sobre todo esa de la Scala donde en el enfrentamiento con la gradíííísima Verret - que en mi opinion es la triunfadora de esa velada - cae en los excesos habituales cuando quiere ser dramática. Es cierto que en otras partes de la partitura con arias más reposadas logra cotas de excelencia vocal que sería estúpido e injusto no reconocerle con un canto legato de alta escuela pero el apunte de Ghiuarov lo comparto (siempre un canto centrado en las vocales y a veces comiendo alguna consonante o sílaba entera, pero aún así lograba extasiar por la belleza paradisiaca de su voz , sobre todo de su centro vocal)

Una gran Stuarda.
Buen fin de semana a todos.

Las cosas siempre son hijas de su tiempo.

Por ello tampoco se debería demeritar la Norma de los años treinta y cuarenta del siglo pasado, en las voces de Gina Cigna o Zinka Milanov, precisamente porque así se cantaba en ese momento.

Saludos.

Podria decirse que, hasta cierto punto, de los barberos grabados en esa época es el que menos ha envejecido. Y gran parte tuvo que ver el enfoque orquestal de Galliera (como son las cosas: De los primeros directores que influyeron tempranamente en la carrera de Zedda, ademas de gran amigo suyo) pues es energico, hay chispa y sabe de que va la cosa. Obviamente el resultado no era el de Abbado, pero era distinto a lo que hacian por esos años Serafin, Gui, Santini etc. Galliera era un buen director, solvente y que cuando quería hacia muy bien las cosas. una lastima que no haya hecho mucha ópera. Uno mas en la lista de los infravalorados en la linea de Cantelli y co.

Respecto a la grabación, estamos hablando de una decada antes de la edición crítica. Comparandolo con otro de la misma época, el de Leinsdorf por ejemplo (que incluye el Cessa di piu, pero a la vez era el claro testimonio de lo que se hacia por entonces en el Met, asi como en otros teatros: Un mero espectáculo vocal con un enfoque del año de la canica que no era el "bueno" o concebido originalmente), es notorio que el de Galliera tambien es una versión hija de su época pero vista desde otra perspectiva, que si bien no es crítica, almenos es mas prudente y hace por evitar hasta cierto punto caer en la tradición. Aparte como buen producto Callas (su primer disco en stereo) deja en claro que nada que ver hay en esta interpretación con los dispares resultados que tuvieron las funciones de la Scala, que fueron todo lo contratrio. Tan solo esos recitativos son oro en audio

Estupenda, única, sublime la Esclarmonde de Dame Joan Sutherland. Creo que por este registro ya debería estar en el Olimpo de las Diosas. Atreverse con Esclarmonde es un cometido sólo al alcalce de pocas como Sybil Sanderson en su tiempo con un Sol como mandaba don Julio. La Sutherland, corregidme si me equivoco, llegó al Mib pero aún así: qué coloratura, qué agudos y trinos. Realmente es un papel apto para las mejores ya que despues de estas agilidades debe de afrontar la densa orquesta.

Es una pena mi 0'00 conocimientos de francés, ya que llevo con esta grabación años guardada y esperando a que terminen de traducirla las almas caritativas de la web Kareol, auténtico bote salvavidas para los incultos en idiomas como un servidos. Por cierto, llevan AÑOS editándola y nada, ahí sigue "en edición" dicen. Esperemos que este 2017 sea su año.

Lo que no he podido evitar es escuchar una y otra vez el comienzo grandioso, espectacular de esta ópera con este órgano seguido de un coro "o Divina Esclarmonde..."
Qué gran bien a la Música hicieron el matrimonio Sutherland-Bonynge: grabar partituras enteras en tesitura original (vease Norma) encontrar como si un detective musical se tratara una partitura perdida en un castillo... de película. Cuando Ghiuarov lo comentó hace años me quedé sorprendido y mi admiración por esta grandísima cantante se quintuplicó.

estimado Alex Di Valois, nada que objetar a sus acertadas apreciaciones, pero creo que es precisamente a Vittorio Gui a quien debemos incluir entre los que más lucharon para sacar a Barbiere de las garras de la mal llamada tradición y, por tanto, excluirlo de la lista de los Serafin, Santini y compañía. Gui hizo una inmensa labor en ese sentido y así se le ha reconocido. Aunque su grabación con De los Ángeles, Alva y Bruscantini no recoja el "Cessa di più resistere", el resto de la grabación se atiene a los presupuestos históricos.