Muchísimas gracias por este detalle, Rubini.

Carreras es un tenor que siempre he admirado por la belleza de su centro vocal, imbatible en esa zona y por su carácter apasionado y extravertido en sus caracterizaciones.

En los ejemplos veo claramente que el Si bemol lo alcanza con relativa facilidad - nesum dorma - pero el Do aparece en él abierto y corto...muy corto. Desde luego no es una zona de su tesitura holgada. Ahora bien, el carisma, la entrega, ese cantar con el alma...el darlo todo, como Domingo, hacen que yo admire mucho a este tenor, y en este Calaf, el fraseo es de primera.

La cabaletta de Il Trovatore la ejecuta perfectamente las notas picado-ligadas de la pira. Lo malo es el do ( abierto) y la la nota final corta...muy corta.

Es curioso, siempre que se habla de Carreras se comenta su poca longevidad vocal y ciertamente así fue. Pero vayamos por partes:

Carreras lo tengo en grabaciones de su época dorada desde 1972 hasta 1979/80. En 1981/2 aún conservaba parte de su patrimonio, aunque en los ochenta cantaba decentemente (su Pinkerton 1987 para la DG)

Lo curioso del tema es que Domingo es otro tenor que tampoco le duró mucho más su longevidad vocal. Si en el caso de Carreras fue el Chenier, Riccardo y Alvaro - antes que su puntual encarnación de Calaf o Manrico - en Domingo fue el Otello principalmente el que hizo que su voz perdiera parte de su belleza en el centro de la voz. Se nota claramente sin ver fechas en las contraportadas de los cds, cuando es el Domingo pre-Otello ( Manrico, Don Carlo, Luigi, Canio con la RCA, Arrigo, Pollione...) y cuando estamos con el Domingo de finales de los setenta principio de los ochenta. El desgaste que produjo en su voz es evidente. Yo al menos - mi oido- lo percibe claramente. Otello le pasó factura y acortó su lozanía vocal en unos años. Cierto que por carácter, por su empeño y por su "determinada determinación" cantó aún de modo muy aceptable en los primeros años ochenta ( Samson con Verret) pero ya en 1984 ( ¡que diferencia entre su Don Carlos en DVD con el de la EMI-WARNER!) estaba la voz sofocada. Su centro perdió tersura, la tersura de su centro juvenil de los primeros años, como cuando cantó el Requiem Verdi con Arroyo y Berstein.

Es curioso todo ésto.

Siempre acabo con lo mismo: ésto es mi opinión o como yo lo veo. No quiere decir que esté en lo cierto.

El mero hecho de que tengamos esta grabación ya es cuestión de aplaudir con las orejas. No es que la ópera sea brillante, tiene un pase aunque eso de las turquerías en el siglo XX parece haberse quedado anticuado. Buenas prestaciones vocales con un Atxalandabaso al límite pero solventando con agudo fresco y fácil una particela complicada. Una ópera a conocer. ¿Se presentó al final en Madrid?

Todos los problemas de Carreras obedecen a la misma causa, que comparte con su admirado Di Stefano: haber abordado un repertorio que no era para él. Y no culpemos a Karajan por su "Nemorino in Egitto". Fue una decisión consciente de los peligros que suponía al adentrarse en particellas más centrales y dramáticas. La voz, se ha dicho siempre, es como un chicle y, si se estira para abajo, se acorta por arriba. Una pena.

Junio de 1988, Teatro de La Zarzuela.
"El rapto del serrallo" con Mariella Devia como gran Kostanze, un elenco muy adecuado y una escenografía y puesta escénicas que hacen olvidar las de los ultimos 20 años. Afortunado quien lo viera en vivo.
En yutú está.

A ello sumémosle su afección de salud, que lo terminó de arruinar vocalmente.

Y entrando en el tema especulativo, tampoco sabemos si años antes de detectarle el mal, el mismo ya le venía pasando factura.

Otros sumas, que tampoco estaba muy preparado técnicamente y se escudaba siempre en sus medios de natura.

Preparándome para el domingo en el Liceo, con algunas pinceladas de Benjamin y sus Lessons of Love and Violence.

Ayer, "Hunyadi Laszlo", de mi muy apreciado Ferenc Erkel, un autor que merecería el apelativo de "El Verdi Húngaro"por el aliento, nervio e inspiración que tienen sus óperas. Conozco sólo 4, y me encantan. Esta la conocía en audio desde hace muchos años, pero es la primera vez que la veo en video, gracias a Youtube, que sigue siendo una mina. La función es de la Ópera de Budapest (2012) y debe tener cortes, pues dura 2h y 12m frente a las 2h y 32m de la versión discográfica de Hungaroton. Tiene cinco personajes principales: Laszlo (ya se sabe que los húngaros ponen el apellido antes del nombre), un tenor lírico con ribetes heroicos, María, su novia, soprano ligera con un aria de coloratura que recuerda a "Lucia", Erzsebet, soprano, la madre, que presencia la ejecución de su hijo, como Azucena y Morozova, Ciley, el malo, bajo, y el Rey, tenor. Todos interpretados por probos cantantes húngaros de muy buen nivel, pero cuyos nombres desconozco y me da mucha pereza mirarlos, y más todavía escribirlos. La producción, pues eso, como todas las de ahora, pero no molesta. Es una lástima que la barrera del idioma limite la difusión de estas óperas. Quedarían muy bien traducidas al italiano, pero ya se sabe que esto se cosidera herético hoy. En conjunto, muy recomendable.

Hoy, "Lucia Popp. Arias de óperas eslavas". He vuelto a este interesante disco, que compré hace muchos años. Contiene fragmentos de Dvorak, Smetana, Janacek, Prokofiev y Tchaikovsky. Nos muestra el bello sonido de la "plateada" voz que poseía la cantante eslovaca desaparecida alos 54 años cuando aún podía ofrecer destellos de su refinado arte, puesto de manifiesto en este disco. A destacar la "Escena de la carta de Tatiana", si bien todas las arias están interpretadas con entera propiedad.

Turandot: MARTINA ARROYO
Calaf: ERMANNO MAURO
Liù: MARIA SPACAGNA
Timur: DONALD GARRARD

Canadian Opera, Toronto 1983
NICOLA RESCIGNO, conductor

Otra Turandot que andaba buscando desde hace años y está recién llegada a YouTube.
Martina Arroyo ya dejó muestras de su vocalidad verdiana en la Lady Macbeth con el muy convincente Milnes en 1973 y en la Condesa Elena de la "I Vespri Siciliani" con Domingo y Milnes para la SONY-RCA en 1974.
Siempre he notado que la voz de Arroyo, en comparación con su compatriota L. Price, afroamericana como ésta, estaba "mejor hecha" en todos los registros: tenía un agudo más potente, un centro más sólido y un grave sin ser contundente sí de mayor presencia que el de Price. ¿Por qué Leontyne Price aparece siempre en las listas primero? No lo sé. Quizas por su mayor magnetismo o mayor compromiso dramático y por la belleza luciferina de su centro, pero por "construcción vocal" por "arquitectura de la voz" siempre he visto a esta auténtica spinto americana como superior. Luego está el juego de balanzas que es mas subjetivo.

En lo que a Turandot se refiere, no le he encontrado ningún desmayo vocal. Ella puede con el "in guesta reggia" la escena de los enigmas y el "filio del celo" y en la parte de Alfano canta la parte con igual seguridad. Buena o aceptable dicción aunque siempre en Arroyo está su talón de Aquiles en la falta de compromiso dramático, y es hasta cierto punto cierto. Es preciso que el que vaya a escuchar sus discos no pueda pretender escuchar a una Callas negra ni nada parecido. En ella, en su Turandot, prima la vocalidad y una muy cuidada línea de canto con toques, matices, austeros pero eficacez. No es un bloque de hielo, pero sí una Turandot adusta, sobria aunque vocalmente poderosa y de precioso legato.

Otra Turandot recientemente descubierta por mí - está en operapassion - que se suma a mis Turandots preferidas: Cina Gigna; G. Jones y Martina Arroyo...por ahora.

Tuve la fortuna de ver una de las funciones que se hicieron en torno a esta grabación, allá por 1998; hoy por hoy es la única posibilidad de escuchar el título.

Leidor, ópera del tolosarra Eduardo Mokoroa, estrenada en 1922 y que fue grabada -también tuve la fortuna de escucharla en directo- en 1998.

Hoy, "Il Pirata". Función del Real (2019). Video de Youtube. Dirige Benini, con su habitual eficacia, aunque un poco lento en ciertos momentos. En los papeles principales cantan Felipe Bou (un discreto Goffredo), George Petean (Ernesto), bien en general. Javier Camarena (Gualtiero), se enfrenta a este imposible papel y sale más que airoso, tanto en los momentos líricos como en los heroicos, con una espectacular resolución de los sobreagudos. Me ha gustado más aquí que en el audio. Y Sonia Yoncheva (Imogene), canta espléndidamente, con un magnífico control del aliento que le permite afrontar frases largas sin quebrar el "legato". La escena final (posiblemente la más ardua de la historia de la Ópera, pero también la más emocionante) es antológica, tanto en lo puramente vocal como en lo expresivo. La producción, con una escena final muy oscura, no es para tirar cohetes, pero vale. Los cantantes que encarnan a Itulbo y Adele, así como los cuerpos estables del Real, Coro y Orquesta, contribuyen al muy buen nivel de la función, que obtuvo un gran éxito de público.

Dos de los cantantes más elegantes desde la II Guerra Mundial ya con cierta edad, lo que se nota sobre todo en la franja aguda del tenor; de todas formas, ahí queda el fraseo, la intención y un canto ya limitado pero siempre expresivo.