No quiero ser más reiterativo con la Turandot de Jones, pero es que su caracterización es genial ya desde sólo el punto de vista actoral. Hay dos momentos que encuentro sublime:
1) La corta aparición en el acto I. Aquí ya resume por gestos, pose, actitudes, miradas ... a Turandot y se puede ver ya que para ella este príncipe no es otro más: hay inmadurez, fragilidad, duda fruto del amor y como consecuencia, inhumano terror y fiereza. Se puede en esta aparición ver el final, el desenlace de esta historia legendaria. Con Jones el deshielo empieza ya desde el principio. Con sólo eso ya debería de figurar entre las mejores....es algo parecido al paseíllo de Curro Romero para los curristas
- el que sepa algo de toros me entenderá -
2) La entrada en el Acto II previa al "in questa reggia" donde la orquesta calla, sonando sólo la puerta y sólo está caminado al centro del escenario Turandot. Es un efecto que también contribuye el director - puesto que nunca lo he escuchado en ninguna versión de Turandot - junto con la gestualidad de Jones.
El decorado, los bailarines y el acierto de las máscaras logra dar mucha expresividad a los figurantes y cantantes, puesto que como en el teatro antiguo griego, prima la gestualidad.
Decididamente, la Turandot de Jones es algo inextricable para mí, genera múltiples sugerencias...una caracterización muy compleja, de actriz de prosa. Un hito en la historia de la interpretación actoral y vocal , por supuesto, de este personaje. Su escena del acto II es impresionante por poderío vocal, por la contundencia de sus acentos.
No me canso de mirar estas dos escenas y su trabajo porque hay verdad.
buenas noches.