Un asistente al teatro en operaclick escribió:

Uscito ora dal teatro, mi concentro sul vero problema di questa produzione... il marito della signora Netrebko: pessimo, nella pronuncia, nel volume, nel fiato nel colore della voce vibrata da pecora, veramente orribile. Meritava di essere distrutto e ci voleva magari il coraggio di fare le uscite da solo, come da sempre accade nei teatri.

Habrá que dar con esa "prima" escalígera.
Más que nada, porque grandísimos intérpretes han tenido unos "meneos" enormes, siendo infinitamente mejores que el señor Netrebko (es más fácil que su apellido).

Supongo que en youtube aparecerá en cualquier momento, aunque sea fugazmente y el audio en un abrir y cerrar de ojos será pedido y aparecerá.

Alguien más de aquel foro:

A mio modestissino parere per Eyvazov non è tanto questione di vociazza, che pure ha, ma di essere stato una patata bollita dall'inizio alla fine, senza un colore, un accento, nulla. Poi per carità, solido e con tutte le note (anche se ho il sospetto che sul penultimo si naturale abbia preso una stecchetta, o forse è stato un effetto della ripresa televisiva, devo riascoltare). Mentre la consorte, che in italiano spiccica si e no buongiorno e buonasera, ha dato accento alle frasi ed è riuscita a creare la giusta differenza di carattere fra il promo quadro e i successivi, anche se ogni tanti ingrossava la voce fuori misura. Salsi bravissimo, un Gerard personaggio antagonista senza essere il turpre con la bava alla bocca, bravissimi tutti i comprimari.

Bueno, sobre el volumen difícil juzgar a distancia. De acuerdo en que de acentos y color, poquito. Pero lo de «meritava di essere distrutto» me parece una exageración.

Yo a Eyvazov lo vi en vivo en la Manon Lescaut de Roma (en la que conoció a Netrebko) y ahí el público lo abucheó bastante, seguramente con razón. Desde entonces ha mejorado y se ve que para esta función ha trabajado y se ha entregado. No digo que eso sea suficiente como para «salvarse», pero han escuchado en ese teatro cosas mucho peores.

También es verdad que puede que se haya preocupado tanto de cubrir todas sus carencias técnicas, que ha eliminado también la emoción que podía transmitir.

Esperemos que la señora Netrebko se lo traiga para acá del charco con el fin de evaluarlo en alguna ocasión.

Simplemente me choca un poco que se sea tan fino respecto a Eyvazov y se le perdone todo a Salsi, que no es Cappuccilli precisamente.

Hay que hacer patria ...

El otro señor y su señora, les recuerda que no van al Mundial de Fútbol.

Tendrá todos los defectos del mundo, pero, pessimo nella pronuncia ni de coña. El tío vivió 17 años en Milán y habla perfectamente el italiano.

Salsi no estuvo tan mal, pero igual que todos o casi todos los barítonos de los últimos cinquenta años, hincha el centro como un poseso y emite agudos fibrosos e incluso sordos.

No, no estuvo mal. Simplemente digo que me choca que a Eyvazov se le critique hasta el punto de decir que tiene una «pessima pronuncia» (que, como bien señala, no es el caso) y que de Salsi no se diga nada. Si nos ponemos tiquismiquis habría cosas que decir del barítono también.

Lo mejor de este Chénier ( espero que Hizan lo disfrute en directo cuando asista ), la batuta de Chailly
Y rara avis! Una producción de lo más clásica

Totalmente de acuerdo.

"La Fattucchiera" es una ópera del compositor mallorquín (aunque de origen catalán) Vicenç Cuyas, estrenada en el Teatro de la Santa Cruz, de Barcelona, en 1838, y recuperada por el Liceo barcelonés en 2001, de cuyas funciones en concierto proviene esta grabación. Desde la primera vez que la escuché, caí rendido a los pies de esta música preciosísima, y a la que vuelvo muy a menudo. Cuyas murió muy joven, apenas unos meses después del estreno de esta obra, y con poco más de 22 años. Una pérdida enorme, porque está claro que se trataba de un músico de extraordinario talento. Su música mezcla con exquisita delicadeza el impulso romántico y vehemente con remansos líricos que tienen la virtud de suspender el tiempo (con razón le llamaron el Bellini español). El resultado es una obra de fuerte personalidad, de melodismo intenso, y con gran capacidad para conmover a los espíritus propensos a la melancolía .

La grabación comercial editada por Columna Música recoge las dos funciones en concierto realizadas en el Liceo, pero recompone un poco la figura de los cantantes, sobre todo del tenor Sempere, que estuvo bastante disperso en la sesión retransmitida por radio, con constantes desafinaciones, entradas a destiempo, olvidos del texto, y tiranteces continuas. Aquí parece un poco más centrado, pero del Sempere que prometía en sus inicios al que luego se llevó el viento, siempre hubo un abismo.

Ofelia Sala canta con decoro el papel protagonista, pero su personaje pide una voz de mucha mayor enjundia, y la cantante las pasa canutas con la peliaguda tesitura y las constantes subidas a la zona aguda. La mezzo Claudia Marchi es una voz durísima y completamente fuera de sitio en una obra tan exquisita como ésta. Lo mejor lo aportan las voces graves de Javier Franco y Simón Orfila, frescas y maleables para las sinuosidades de este tipo de canto.

Y muy buena la dirección orquestal de Josep Pons, que se nota el amor que siente por la partitura, fundamental a la hora de dar sentido y carácter a la recuperación de estas obras sepultadas por el tiempo. "La Fattucchiera" es una de las grandes recuperaciones de la música española de los últimos cincuenta años. Mi recomendación es fervorosa para todos los aficionados, sobre todo belcantistas, que creo que van a descubrir un auténtico tesoro, de gozo sin fin .

Ayer, “Il Trovatore”. Función del Liceo (2017). Grabación de Mezzo. Cantan Marco Spotti (Ferrando, pues vale), George Petean (De Luna, bastante bien). Como Azucena se anuncia a Gubanova, pero debe ser Cornetti, una gorda. Discreta. Tamara Wilson (Leonora, más gorda que la anterior, y encima vestida de amarillo. Indescriptible. El caso es que no canta mal). Piero Pretti (Manrico, voz bonita, bastante “aplicado”, pero insuficiente. Escénicamente es un palo). El produccionero ha tenido la genial idea de introducir a Don Fernando de Goya y Lucientes como un personaje más que se pasea por allí tocado con un sombrero con velitas. ¿Qué tendrá que ver el culo con las témporas?. En suma, nada es un desastre, todo entra dentro del terreno de lo aceptable, pero la impresión que queda es haber visto una función “de ahora”, con cantantes “de ahora” y producción “de ahora”. O sea, vulgaridad, ramplonería.