"La Fattucchiera" es una ópera del compositor mallorquín (aunque de origen catalán) Vicenç Cuyas, estrenada en el Teatro de la Santa Cruz, de Barcelona, en 1838, y recuperada por el Liceo barcelonés en 2001, de cuyas funciones en concierto proviene esta grabación. Desde la primera vez que la escuché, caí rendido a los pies de esta música preciosísima, y a la que vuelvo muy a menudo. Cuyas murió muy joven, apenas unos meses después del estreno de esta obra, y con poco más de 22 años. Una pérdida enorme, porque está claro que se trataba de un músico de extraordinario talento. Su música mezcla con exquisita delicadeza el impulso romántico y vehemente con remansos líricos que tienen la virtud de suspender el tiempo (con razón le llamaron el Bellini español). El resultado es una obra de fuerte personalidad, de melodismo intenso, y con gran capacidad para conmover a los espíritus propensos a la melancolía
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La grabación comercial editada por Columna Música recoge las dos funciones en concierto realizadas en el Liceo, pero recompone un poco la figura de los cantantes, sobre todo del tenor Sempere, que estuvo bastante disperso en la sesión retransmitida por radio, con constantes desafinaciones, entradas a destiempo, olvidos del texto, y tiranteces continuas. Aquí parece un poco más centrado, pero del Sempere que prometía en sus inicios al que luego se llevó el viento, siempre hubo un abismo.
Ofelia Sala canta con decoro el papel protagonista, pero su personaje pide una voz de mucha mayor enjundia, y la cantante las pasa canutas con la peliaguda tesitura y las constantes subidas a la zona aguda. La mezzo Claudia Marchi es una voz durísima y completamente fuera de sitio en una obra tan exquisita como ésta. Lo mejor lo aportan las voces graves de Javier Franco y Simón Orfila, frescas y maleables para las sinuosidades de este tipo de canto.
Y muy buena la dirección orquestal de Josep Pons, que se nota el amor que siente por la partitura, fundamental a la hora de dar sentido y carácter a la recuperación de estas obras sepultadas por el tiempo. "La Fattucchiera" es una de las grandes recuperaciones de la música española de los últimos cincuenta años. Mi recomendación es fervorosa para todos los aficionados, sobre todo belcantistas, que creo que van a descubrir un auténtico tesoro, de gozo sin fin
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