Siegfried escribió:
Eminencia Pálida escribió:
Mientras recogía la cocina he estado escuchando un pedazo del acto I de los Maestros Cantores en directo desde Bayreuth y me ha llamado la atención que David parecía tener una voz de más entidad y con más cuerpo que Walther...
Yo ayer escuché, un poco por encima, el primer acto de Lohengrin. Se me ha olvidado que hoy era la retransmisión de los Maestros Cantores...
No estoy siguiendo el festival, así que agradecería comentarios al respecto. De momento, la única función que he podido repasar con algo de detenimiento ha sido la de
Tannhäuser, que tenía varios puntos de interés. El protagonista era Stephen Gould, que ya sabemos lo que da de sí, con la emisión cada vez más dura y esa voz que no termina de girar, pero mostrando mucho oficio y entregándose en los momentos decisivos. Eva ha sido debutada por la noruega Lise Davidsen, a la que nunca había escuchado. La voz no parece la más adecuada para el personaje, le falta dulzura y ligereza, pero es muy contundente, segura, efusiva y sabe recoger el sonido cuando es menester. El Wolfram de Marcus Eiche no pasó de correcto, el Walter de Daniel Behle estuvo cantado con gusto y el Landgrave de Milling fue bastante imponente, que es de lo que se trata. Venus debería haber sido Ekaterina Gubanova, pero tuvo que ser sustituida por otra eslava, Elena Zhidkova, que en la transmisión parecía sobrada de decibelios pero en absoluto carente de expresividad y matices. Hay que subrayar la presencia de un español, Jorge Rodríguez-Norton, en el breve papel de Heinrich. Sorprendente que nadie se haya hecho eco hasta ahora del acontecimiento. Para mí era un completo desconocido, que solventó con dignidad el cometido.
La estrella de la función era otro debutante: Valery Gergiev. Para haberse saltado todas las normas de Bayreuth sobre ensayos, el resultado quizás no merece los sonoros abucheos que se le dedicaron, es casi imposible que esa orquesta no saque adelante la obra, pero sí es cierto que, en conjunto, fue una lectura unidimensional, sensual, lírica y romántica pero carente de hondura, filosofía, mística o como lo quieran llamar. El balance sonó excesivo en la cuerda y algo borroso en algunos momentos, lo que trató de compensar con tempi muy rápidos y de rítmica más bien rígida. En los coros y algunos concertantes falló el sonido de la retransmisión, así que no me atrevo a asegurar que los aparentes desajustes se oyeran igual en la sala.