Siempre acudo a esta grabación de vez en cuando. Con todas las grabaciones que hay de la Callas y Caballe siempre acudo a ésta. El por qué puede ser por ser la única que cuenta con una Adalgisa con voz de soprano, tal y como fue en su estreno. Prefiero a Caballé en Adalgilsa a todas las Hornes y Simoniatos. El por qué está en el contraste vocal extraordinario con la madura Norma de Sutherland. Este contraste entre la voz ya madura y experimentada de Sutherland con la aún cristalina de Caballé es fascinante. Esa lógica interna está ausente en todas las grabaciones de Norma que he escuchado. Otra razón es por el Pollione de Pavarotti, alejado de las voces más marciales de Corelli y Del Mónaco. Es un Pollione más belcantista. Finalizo con la referencia al Oroveso de Samuel Ramey y a la orquesta y el sonido DDD. Todo ésto hace que la tenga entre las grabaciones de cabecera ( de las piratas están las Normas de Callas 1955 en Scala y Gencer 1964 en Buenos Aires).
Seguro que un forero o crítico dirá que la Caballé naufraga en los agudos lanzados en forte, los cuales suenan chillados ( final del acto I) o sus problemas de dicción en la conclusión del duo inicial con Pavarotti-Pollione, pero es tal la belleza de su centro vocal y como maneja el aliento que la escucha merece la pena. De Sutherland dirán que su voz estaba ya pasada y es cierto. Le noto problemas en su flexibilidad vocal, puedo percibir como le cuesta emitir un pianissimo ( nada comparables a los de Caballé en esa misma ópera) y su agilidad no es comparable a la Sutherland de los sesenta, pero por contra ha mejorado la dicción y su interpretación del papel es mucho más profunda que la anterior grabación de 1964. Yo prefiero la Norma de Sutherland de 1984 a la de 1964. Su timbre suena leñoso y entubado en secciones pero no todo está mal en ella, tratándose de una artista de su categoría.
¿qué grabación hubiera sido si se hubiera retrotraído a 1970 o 1972 ( año de la estupendísima grabación pirata en San Francisco con Alexander y Tourongeau)? una incógnita, pero ver a la Adalgisa de Caballé en 1970 junto con la norma pluscuamperfecta de Sutherland hubiera sido oro el polvo.
Impagable la anécdota que cuenta Samuel Ramey entre Sutherland y Caballe.
Caballé llevaba flores y las deja en el atril de Sutherland.
Joan Sutherland: ¡ah! gracias Monsty, flores para la prima donna
M.C: no Joan, flores de parte de la prima donna.
(más o menos fue así)
La prima donna era Sutherland en esa grabación. No fue inexacto su afirmación. La respuesta de la catalana fue una ...
ahí lo dejo.