Como en el Foro se ha hablado mucho de “Rusalka”, me ha apetecido volver a esta fabulosa ópera en una no menos fabulosa versión. La que dirige Vaclav Neumann con energía y abundantes explosiones orquestales, poniendo de relieve la espléndida instrumentación de Dvorak. Los cantantes, todos checos excepto el tenor, se vuelcan en sus respectivos cometidos, y así tenemos un Richard Novak que realiza una estupenda labor dando vida al Genio de las Aguas. Las mezzos son Vera Soukupova (Jezibaba) y Drahomira Drobkova (Princesa extranjera). De esta última recuerdo una Ortrud en un horrendo “Lohengrin” cantado en checo que padecimos hace años en el Principal de Valencia. Ella fue la única que se salvó del naufragio general. Ambas cantantes bordan sus respectivos papeles. La pareja protagonista corre a cargo de Wieslaw Ochmann, tenor polaco de voz bellísima, y Gabriela Benackova, excelsa vocal e interpretativamente, subrayando la personalidad del personaje, que tiene que pasar por distintos estados de ánimo. En conjunto, una gozada.

Una obra muy interesante que me encantaría ver en directo.

Pasa rápido.

Y se olvida más rápido todavía.

Todo un descubrimiento esta grabación. Ya Fernando Fraga la catalogó en su día con la máxima de las calificaciones a dirección y solistas. No me impresiona tanto como el genial Acto II de "Jenufa" en una grabación de DVD con Anja Silja - estupenda y artista de primera - como sacristana, pero aún así la música, la orquesta es de una gran riqueza armónica y muy expresiva, sobre todo en el final. El libreto, el texto es toda una descripción de la sociedad de aquel entonces sin sentimentalismo, siempre plasmando, como en Jenufa, la desgracia de un pueblo que sufre y es humillado...anulado ( sobre todo las mujeres en el ámbito intrafamiliar, riesgo siempre latente en las relaciones de pareja donde el patriarcado manda. Riesgo ya previsto en la Biblia desde los primeros capítulos. Es decir, que esos abusos intrafamiliares desgraciadamente son tan antiguos como la humanidad... o casi. Esa desigualdad, no prevista en el estado de felicidad originaria, se ve reflejada perfectamente en la genial escena del suicidio de Katia Kabanova, donde ante la imposibilidad de revelarse, tiene un "crack" mental, y se tira al río sin ser plenamente consciente de sus acciones.
Sólo añado que la música sin llegar a la hermosura armónica de un Puccini, la encuentro atractiva por su expresividad y riqueza de motivos. No puedo añadir más...me gustaría pero hasta aquí llega mi conocimiento de la ópera del siglo XX y Janacek en particular...un reciente descubrimiento.

Otra cima en la obra de Janacek y otra cima en la discografía operística mundial. Fernando Fraga no la trata pero por el desempeño de los cantantes, en especial la Elisabeth Söderström, no he echado de menos las imágenes de un DVD. Cuesta entrar en este ópera compuesta de un diálogo fluido, permanente, con ausencias de arias y de melodías pegadizas, pero una vez que uno tiene la "determinada determinación" de entrar en ella, te muestra un mundo acústico riquísimo y con unos personajes de una elaboración en libreto magistral.

Estaría bien que Zelenka, u otro entendido en este foro, nos deleitara con unos mensajes sobre este compositor y su importancia en la ópera del siglo XX...una sugerencia.

Está claro que esta ópera funciona con unos artistas de la palabra y la expresión de primera categoría, con un dominio del idioma perfecto. Anja Silja, soprano inteligentísima, lo consiguió en la Sacristana y en Emilia Marty.

A mí me parece un cognazo.

Hace 5 años escribí en el Foro el siguiente comentario:

Hoy "El caso Makropoulos". Versión de Salzburgo (2011). Tranmisión de Mezzo. Dirige Esa-Pekka Salonen, de quien hace veinte años se decía que sería el director del siglo XXI. Actúa la afamada Angela Denoke acompañada de un elenco de insignes desconocidos, al menos para mí. Bueno, para no mentir, por allí pulula Ryland Davis.

La obra parece tener bastante predicamento en el Foro, y obtuvo una calificación de 2,5 en el Repertorio Básico, a la altura de "Tell" y por encima de "Cosí" (¿?). A Janacek hay quien lo compara ¡con Puccini!. El caso es que el tratamiento orquestal sí recuerda al de Luca, pero lo estropean los intérpretes cuando ¿cantan?, y esto es gravísimo en la Ópera. A esto se suma un argumento extraño, y la guinda del pastel es una delirante producción con todos los horrendos parámetros centroeuropeos, incluida una gran profusión de gabardinas, gabanes y bufandas que no se quitan ni para m**r a pesar de desarrollarse toda la ¿acción? en interiores. Pero qué frioleros son. Para acabarlo de arreglar, hay un momento en que la cámara enfoca a una rata, que no se sabe si pasaba por allí o es parte de la producción.

Qué coñazo, pero qué coñazo.

Esto dije hace cinco años. Me ha entrado remordimiento, por lo que, pletórico de buena voluntad, le he dado una nueva oportunidad a la obra.

Me ratifico totalmente en mi comentario anterior.

A mí me gusta mucho El caso Makropulos y especialmente su argumento. Para mí fascinante. De hecho es mi tercera ópera de Janacek favorita después de Jenufa y Katia Kabanova. La escena final me parece una de las mejores de la historia del teatro lírico. Un absoluto genio el compositor de Hukvaldy. Esa producción de Sazburgo no es la más adecuada para entrar en la obra, aunque sí la protagonista, Angela Denoke en un papel del que logra una notable creación. Además de Madrid, le ví a Denoke la Emilia Marty en Florencia con una magnífica producción de William Friedkin (Director cinematográfico de "El exorcista" y "French Connection"). Aún me impacta recordar (y pensar cómo la hicieron) la escena final con Denoke-Marty despareciendo entre las llamas. Me gustó también el montaje que ví en Berlín con una magnífica Evelyn Herlitzius.