La galleta te la vas a dar conduciendo y posteando desde el móvil.

Acabo de aparcar y entrar en mi casa, no soy tan temerario; lo que sí soy es un inepto informático.

¿Pero le gusta Christoff o no?

Una pregunta muy interesante: nadie puede dudar del valor vocal de Christoff y aunque nunca pude hacerlo en directo, imagino que escucharlo en teatro sería la releche. En estos fragmentos se observa y disfruta un caudal sonoro que hoy apenas podemos encontrar y así, en la página de La forza del destino o en la de Nabucco estamos ante un alarde hoy inimaginable en un teatro.

En un lector de CD, tranquilamente sentado en ki sofá, quizás prefiera un Nicolai Ghiaurov, más elegante y menos suntuoso; quizás para otras páginas, la técnica de Samuel Ramey pero nadie en su sano juicio puede negar que voces como la de Boris Christoff apabullan, en el buen sentido. eso sí, su tendencia al histrionismo (su Mefistofele del Faust, Gounod) o eso de hacer tres papeles en el mismo título (Boris Godunov) son pequeños "delitos" fácilmente perdonables. Por todo esto, me gusta escuchar este CD de vez en cuando.

No olvide que don Boris es de 1914; tanto don Nicolai como don Samuel son ambos de generaciones posteriores y sus interpretaciones difieren de ese supuesto "histrionismo", que es en realidad una forma de declamación hoy ya fuera de lugar. Le recomiendo encarecidamente un recital suyo de canciones rusas en el que su capacidad de matización es extraordinaria. Recuerdo en particular y entre ellas una nana que me pareció un prodigio de fantasía raramente inigualable.

A Christoff se le podrá equiparar o comparar con Ghiaurov, Changalovic, el propio Siepi..., pues el búlgaro cantó mucho repertorio italiano, pero con Ramey, no. Aunque, por supuesto, Don Samuel no se privó de cantar papeles emblemáticos de su cuerda como Filippo de Don Carlo, Faust, Don Quijote... fue fundamentalmente un bajo belcantista, el Filippo Galli del siglo XX.

Parece ser que esta es una de las óperas con más fortuna disco/videográfica pues a pesar de ser reciente (2004) cuenta ya con varias versiones. Y también parece que en otros países goza de cierto predicamento.

Siempre he lamentado que estando en Londres en 2005 no me enterara/atreviera a ver el estreno de esta obra en la English National Opera pero por entonces ni me sobraba el dinero ni sabía lo que se ahora de ópera contemporánea (ahora vivo con dignidad económica y aunque algo he mejorado, sigo sabiendo poco de ópera moderna) pero la cuestión es que se me escapó y, seguramente, me costará reencontrármela en mi vida. De aquellas funciones vino esta grabación y señalando como curiosidad que es una obra en la que solo hay personajes femeninos, me parece muy interesante y atractiva.

Una de las muchas óperas estadounidenses contemporáneas cargadas de melodía y bastante insulsas.

Tanto va el cántaro a la fuente que al final termina uno volviendo a una grabacion tradicional de 1959, esta vez remasterizada por URANIA en 2016, con la "otra" Tosca del momento, Renata Tebaldi, y un cast que había inaugurado esa misma temporada del MET unos meses atrás. La versión, dirigida por el siempre solvente Molinari-Pradelli, dista de ser perfecta, pero las voces son todas grandes y de importancia, por mucho que las interpretaciones adolezcan de cierto convencionalismo.

Con respecto a la Tebaldi, me quedo con la anterior versión, mono, también con sello Decca (1951 ó 52), a pesar de la rutinaria dirección de Alberto Erede. Por cierto, mi primera Tosca en vinilo que compré cuando tenía quince años. Una Tebaldi fabulosa, en su mejor momento.
Campora como Cavaradossi frasea bien y con cierta elegancia, timbre grato.
Mascherini ( Scarpia) es el peor de los tres protagonistas.

Esa versión es de 1952.

Un super clásico de la discografía de Tosca, animado aquí por la escucha de otros foreros de la "otra Tosca" : Tebaldi.
Como voz: Tebaldi y Milanov pero como interpretación, la Callas sigue sorprendiendo. No es que acuda ya a estas alturas de mi vida grabaciones de la grecoestadounidense - de lo que las he escuchado - pero aún así, es un placer poder re-escuchar esta interpretación tan moderna, con ese trabajo milimétrico, caleidoscópico del recitativo pucciniano. La voz me pasa como con la de Gencer, nunca le he encontrado atractiva, pero no todo es voz y belleza vocal.

Un DVd que merece mucho la pena sobre todo porque la puesta en escena de la Ópera de Munich es interesante. A destacar el breve y rotundo papel de Gwyneth Jones como Reina de Corazones, muy gastada pero icónica.

Las relaciones personales a través del tiempo y en tres diciembres distintos. Siempre es interesante escuchar a Frederica von Stade. La grabación es en directo.