Hace unos días el canal Mezzo emitió el Wozzeck de Berg procedente de la ópera de Ámsterdam, que tuvo lugar en marzo del pasado año. La puesta en escena era de Warlikowski, lo que despertó mi interés.
Al parecer, Warlikowski ha querido plasmar la historia desde un punto de vista médico. Como es habitual en él, la obra empieza con un prólogo largo actuado y en inglés. Unos niños vestidos de gala aparecen delante del telón presentando la obra, y al abrirse éste se ve un enorme salón, y en uno de sus rincones aparece una barbería. Entonces vemos a muchos niños elegantemente vestidos bailando al son de un radiocasette que toca música latina. De entre todos, un niño es marginado y rechazado. Entonces entendemos que es Bub, el hijo de Wozzeck. Y aquí empieza la obra de verdad. El escenario es pues un enorme salón que será una barbería y luego el bar en el acto segundo, pero en las escenas de interiores emergerán unas paredes que limitarán la acción al centro del escenario, pero en cualquier caso el espacio de movimiento es grande. Estas paredes recrean el despacho del director, donde transcurrirán las escenas más íntimas. Wozzeck es un friqui bastante feo y casi siempre viste una bata blanca y Marie se viste provocativamente, lo que indica claramente que se prostituye (en la versión clásica de Abbado con ese vestuario parece una ama de casa que sólo es infiel a su esposo). El segundo acto está muy bien logrado, ya que empieza con Bub recitando en neerlandés el texto del aria de Marie en el tercer acto, consiguiendo una recitación conmovedora. La escena del bar es curiosa, porque Wozzeck sorprende a Marie con el Tambor mayor pero pese a la sorpresa inicial de ella, la pareja sigue como si nada y Wozzeck igualmente. Pero al final de ese acto... el Tambormayor humilla a Wozzeck pintarrajéandolo mientras Marie aparece con una máscara, como una visión mental que culmina la vejación del protagonista. Y mientras tanto aparecen ¡Mickey y Minnie Mouse! al fondo del escenario. Este señor debe de tener mucho dinero para pagar los derechos de autor por la utilización de los personajes, porque no me explico el tema recurrente. El acto tercero tiene imágenes impresionantes como el interludio entre las escenas segunda y tercera, todo iluminado de rojo mientras una agonizante Marie se dirige al fondo del escenario a terminar de sucumbir. Al final, Bub se queda solo frente a una pecera (que es una evocación del lago), donde su padre se ha cortado las venas y teñido el agua de sangre, mientras arroja a la misma órganos de plástico.
Para Warlikowski, Wozzeck es la historia de la marginación y humillación máxima de un hombre reducido a la insanidad mental a causa de sus condiciones de vida. Y algo muy recurrente en las direcciones actuales, también la humillación de su hijo, algo que se encarga de mostrar al principio de la obra de manera insoportable. Un buen trabajo, pese a las habituales incoherencias de este tipo de directores de escena.
Marc Albrecht dirige muy bien la obra, pero en algunos momentos el tempo es demasiado rápido, como al final. Christopher Maltman interpreta bien a Wozzeck, pero vocalmente no me termina de convencer. Supongo que en vivo sonará mejor. Westbroek sí es una gran Marie, tanto en lo vocal (aunque algún agudo se le abría) como en lo actoral, totalmente incontestable. Frank van Aken es un excelente tambor mayor y Willard White un lujo como el pérfido doctor. Marcel Beekman actuó bien como el Capitán pero vocalmente me pareció cumplidor (aunque uno ha visto a Gerhard Siegel, es difícil no comparar) y Jacob Jutte realiza una gran interpretación como el hijo de Wozzeck.
Una puesta de escena interesante, pero creo que es mejor la de Tcherniakov para el Bolshoi, la que espero ver próximamente.