Tip escribió:
DrakeVerne escribió:
Los novatos (como yo) y el foro. La verdad es que una gran parte de los foreros es demasiado exigente con la ópera, los cantantes y las representaciones actuales. Uno, pardillo que es, va al Liceu y ve una ópera compacta, convincente, entretenida y bien cantada en el sentido de que se oye a los cantantes y no hacen gallos y la orquesta suena bien, al público le gusta, elogia en los intermedios y aplaude a rabiar al final. Pienso, por ejemplo, en la última Tosca que vi en el Liceu. Sales contentísimo del teatro, entras en el foro y te enteras de que la soprano no llega al fa nosequé, que el pasaje es turbio, el legato imperfecto, el director un batutero, los metales entran tarde y el violinista va trompa, y que esto sí que lo hacía bien Giudita Pasta, Gayarre, Solti, la Callas, y que la grabación de 1953 es mucho mejor que lo que viste en el primer acto pero peor que en el tercero, que para eso hay que ir a la representación de Salzsburgo de Karajan de 1953, pero la del 2 de diciembre, que no la del tres....
Pues claro, tú has visto un espectáculo que te ha gustado, y que seguramente es de lo mejor que te pueden ofrecer en la actualidad, lees el foro y piensas que eres un gili por no captar del todo el legato y por no haber escuchado antes ciento veinticinco grabaciones de la misma ópera antes de entrar.
CUMBRE, genial, en cuanto encuentre el metahilo lo incluyo.
Estoy de acuerdo con el espíritu de lo que dice DrakeVerne. Pero también creo que, como realmente está al alcance de todos, uno puede aumentar su placer puliendo un poquito más sus armas de espectador (y de lector, y cinámbulo, y veedor de cuadros...). No digo llegar al nivel de exigencia, sabiduría y entendimiento de los grandes alfaquís del foro, qué vértigo, pero sí ir subiendo el listón un poquito, de forma gradual.
Ya digo, como no hay que ser un genio para hacerlo, por qué no.
Oye, que, por ejemplo, hay gente que se queda tan contenta leyendo libros como quien se toma un cola-cao y ni sabe ni quiere saber lo que es un serpentesio. y se lo pasan muy bien, y me alegro. Es su opción. Pero la literatura puede abrir tantas perspectivas inesperadas de regocijo y sospresa (que cualquiera puede recorrer) que me parece un poco una pena que no todos se aventuren por ellas y que tantos se queden en el vestíbulo.