No descubro nada nuevo si digo que una de las características más positivas de nuestro Foro es que, gracias a él, nos comunicamos con personas con las que tenemos en común algo tan extraordinario como el amor a la Ópera. Concretamente, yo antes echaba de menos el poder hablar de este tema con mis amigos, pues entre ellos no había muchos que compartieran mi afición. Gracias al Foro he encontrado un cauce para mantener un interesantísimo intercambio de pareceres. Pero con ser esto importante, lo es más aún que la Ópera ha sido el motivo para el establecimiento de amistades entrañables. Y esto ha ocurrido con un grupo de foreros valencianos, algunos de los cuales se conocían entre sí. Yo no conocía personalmente a ninguno, hasta que, gracias al Foro, pensamos en reunirnos en torno a una paella. El exito fue tan grande que hemos formado el "Circulo de Ópera Panderola" (el nombre se debe a un antiguo "trenet" que iba de Castellón a Onda, patria chica de dos de nosotros), y hemos contado ya con la presencia de foreros tan ilustres como Tucker, su esposa, Tip y Amelie. No contentos con reunirnos periódicamente, nos comunicamos continuamente por wassap.

Este largo preámbulo se debe a que ayer, con motivo de una de nuestras celebraciones gastronómicas, uno de nosotros (El Gato Montés) tuvo la genial idea de invitar a compartir nuestra mesa a Don Octavio Álvarez, un estupendo tenor valenciano que, durante los años 50, 60 y 70 del pasado siglo, recorrió la geografía española y americana junto a su esposa, la soprano Mari Carmen Solves. Don Octavio (88 años) vino acompañado de su hijo, que se llama como él y también es tenor, aunque en la actualidad desempeña una plaza de profesor en la Facultad de Psicología de la Universidad de Valencia.

Escribo todavía bajo la influencia del maravilloso rato que pasamos todos charlando de Ópera y Zarzuela, contando y escuchando anécdotas, recordando funciones (como consecuencia, y en este caso privilegio de la edad, Manuel y yo les habáimos visto en acción muchas veces). Octavio hijo nos hizo escuchar varias grabaciones: "Reina de la Noche" y "Marina" por su madre. "Francisquita", "Trovatore", Rigoletto" y "Arlesiana" por su padre. Él mismo nos cantó "Bohème" y "Werther". En fin, que todos disfrutamos muchísimo.

Sirvan pues estas lineas como homenaje a unos cantantes que nos hicieron felices antes con su canto y ahora con su compañía y su trato. Muchas gracias, Don Octavio. A sus pies, Doña Mari Carmen. Un abrazo, Octavio.

Solo ratificar tus palabras aún impresionado por la presencia de don Octavio, la sencillez con la que hablaba de su carrera y el cariño al hablar de su esposa.

Y nos ha venido que ni pintiparado o como peras en tabaque: cinturones bomba en Sansón, oso en La Cenicienta, Verdi provocador con Aida..

Me quedo con don Octavio y contigo...

Tarde maravillosa la que pasamos ayer en torno a unas nada desdeñables viandas un grupo de locos por este maravilloso mundo de la ópera. Y a ese calificativo de maravillosa contribuyó en gran medida la presencia de ese gran tenor que os ha presentado José Luis, y al que yo he de reconocer que no conocía, ya que cuando él, junto a su esposa Mari Carmen Solves estaban en activo y solían cantar asiduamente en Valencia, yo aún estaba disfrutando con los payasos de la tele y no me había adentrado en ésta nuestra pasión.

Antes de la comida intenté bucear por internet para encontrar algo sobre ellos, pero hay muy muy poco, sólo alguna reseña y, por desgracia, nada en YouTube (ni imagen ni sonido) que me permitiera apreciar su arte. Los amigos Manuel y José Luis si que habían disfrutado de ellos en directo en los varios teatros que antaño en Valencia programaban ópera, pero el resto nada de nada. Y vosotros compañeros foreros? Los conocíais? Los habéis escuchado? Me encantaría, que, si así ha sido, nos contarais por aquí vuestra experiencia, porque amigos, os aseguro que D. Octavio se lo merece (y su esposa también, la cual, ya muy mayor, no pudo alegrarnos con su asistencia)

Nos encontramos en torno a la mesa con la presencia de un auténtico SEÑOR, y lo pongo en mayúsculas porque es lo que es. Un hombre de educación extrema, al que en cada palabra se le nota su gran amor por la ópera y la zarzuela, y con una sabiduría y conocimiento de su oficio enormes. Nos dio una auténtica "master-class", explicándonos aspectos de la técnica, el repertorio, los ensayos, el estudio, los compañeros... ante los que nos quedábamos asombrados, sobre todo por la lucidez con la que, a sus 88 años, los cuenta. También nos contó mil y una anécdotas y respondió amablemente a todas las preguntas que le hicimos.

Y además, tuvimos la gran suerte de que viniera acompañado de su hijo José Octavio, el cual , además de deleitarnos con su propio arte, aportó la guinda que nos faltaba para admirar más a este entrañable caballero y su esposa. Se trata de grabaciones caseras de su arte que, tal y como ha comentado José Luis, nos llevaron al éxtasis. Qué voz! Qué fraseo! Qué técnica!! Nada que envidiar a muchos de los cantantes a los que rendimos pleitesía, y lo tenemos en casa,muy cerquita.

Velada increíble para todos nosotros y creo que también para él, al cual yo le vi brillar los ojos de emoción al encontrarse rodeado de gente que ama intensamente esta maravillosa locura y con la que pudo recordar cosas bonitas y sentirse útil haciéndonos aprender. Gracias mil D. Octavio.

Como bien dice Jose Luis (nuestro Presi), el mundo de la Opera nos ha hecho coincidir con una serie de AMIGOS que se me han hecho entrañables,(mi mujer dice que somos como niños), estoy disfrutando como nunca, las horas en las que compartimos mesa y tertulia se me pasan que vuelan, y cuando termino una de ellas ya estoy esperando la siguiente, en fin un pasada.
Bueno, pues nuestro amigo Gato montés nos hablo de Don Octavio Alvarez que junto a su esposa Mari Carmen Solves fueron un referente de la lirica valenciana en los años 60-70, y esa fue la razon por la que le invitamos junto a su hijo a la última reunión paellistica que hemos hecho.
Tengo que decir que me parecieron unas personas encantadoras, yo no les habia oido cantar, pero a traves de las grabaciones que nos proporcionó su hijo pude comprobar que D. Octavio tenia una bonita y potente voz con unos agudos espectaculares. Su esposa (que está bastante delicada), también tenia una voz soberbia con un timbre limpio y una coloratura muy estimable.
La comida transcurrió en un ambiente de anécdotas muy agradables que a mi se me hizo cortísima, el colofón de las dos arias de su hijo Octavio fué el broche de oro a una inolvidable tertulia culinaria. Muchas gracias Don Octavio por los momentos tan bonitos que nos hizo pasar .
Y a vosotros queridos Amigos del Circulo La Panderola el tren que vola (vuela), Jose Luis, Manuel, Gato montés, Dufol, Radamés y Mandrika, deciros que soy inmensamente feliz de compartir con vosotros este hermoso vicio de la ópera, que los que dicen que no les gusta es porque no lo conocen. He dicho.

-----------------------------------
Era tan pobre que solo tenia dinero
La vida está llena de pequeñas cosas que son la que te hacen feliz

Hace bastantes años,con una juventud insultante,empecé a asistir a unas funciones llamadas zarzuelas,como era a base de canto,me ilusionaba.Así fué como las actuaciones de Dn Octavio y su querida esposa M.C.Solves levantaron en mí,algo más que curiosidad,emoción y muchas ganas de volverlos a escuchar.
Dña.Francisquita,Marina,con ese pensando en él,etc fueron mis primeras pasiones musicales y mira por dónde al cabo los años (demasiados)con un grupo de locos maravillosos,me encontré con Dn.Octavio y quieren que les diga la verdad pues fueron unos momentos inolvidables,me sentí mozo de 16 años al revivir las 1001 anécdotas que tanto él como su hijo nos contaron,me sentí transportado a otra época y en estos tiempos que vivimos,donde los conceptos básicos del ser humano se están perdiendo,aparecía un Sr.todo humildad,dedicado exclusivamente a amar el canto,para él,hablar de grandes figuras,era transmitir,amistad,sacrificio y ganas de vivir;su gran humanidad dejó impresionado al grupo.
Dn.Octavio,estos amantes de la ópera quieren desearle tanto a Ud.como a su querida Sra.tanta felicidad como la que Ud.nos ha dado,le aseguro que a mis nietos les contaré que un día estuve sentado con un gran tenor,para mí,de los,mejores que he escuchado,en una mesa con ese grupo de locos amantes de la ópera y si alguno de ellos sigue mis pasos,me daré por satisfecho.Gracias

Qúe envidia me da usted , estimado Jose Luis, por lo bien que lo pasó hablando de opera con este tenor.

Yo también tuve el placer y el honor de participar de esa comida y homenaje alrededor de una tremenda paella y acompañada de buen vino, importantes ingredientes para el éxito de cualquier evento, y más si es de importancia como el tan sabiamente descrito.

Don Octavio contestó con naturalidad y sinceridad a todo lo que le preguntamos y fue generoso en el detalle. Algunos permanecerán en mi memoria.
El placer fue extremo y el tiempo transcurrió volando entre anécdotas de Bergonzi, Pipo Di Stefano, Corelli, Del Mónaco, Aragall, Victoria de Los Ángeles, Kraus, etc…
Cuando me encuentro entre este tipo de conversaciones no puedo más que maldecir el no haber nacido 25 años antes para poder contemplar a dichas glorias en su esplendor.
Sólo recordar que D. Octavio cantó con Pavarotti en la Lucia liceística del fenómeno de Módena.

Pues eso, placer supremo por la compañía, la conversación y las bonhomía de las personas. Y de Don Octavio resaltar el cariño y la pasión con la que hablaba de su querida esposa y la emoción con la que se despidió de nosotros por el buen rato que le hicimos pasar recordando algo que ama profundamente, la lírica.

Sólo por eso ya valió la pena el encuentro.

Mis recuerdos se remontan a un remoto 1965 ó 1966, sin poder precisar más la fecha. Debía de ser yo muy pequeño (de 4 a 6 años) y mis padres me llevaron a una sesión triple en el teatro Apolo: Bohemios, Molinos de Viento y Gigantes y Cabezudos. Soporté la función estoicamente sin protestar, supongo que me dormiría en algún momento, pero ni grité, ni molesté, ni incomodé. En aquella época éramos dóciles y obedientes; y no hacía falta que nos llevaran al psicólogo.

Se levantó el telón y en la parte izquierda del escenario cantaba un tenor aquello de “Mudos testigos de mis amores…” era Roberto, y una cara que nunca se me olvidará. Aquello era mágico.

Algunos años más tarde (1971 o 72) me llevaron de nuevo mis padres a ver Marina en el Teatro Principal de Castellón. Cantaba una pareja que eran marido y mujer en la vida real. La coloratura de ella (yo entonces decía gorgoritos) me pareció electrizante. Mi padre me dijo luego que eran Mari Carmen Solves y Octavio Alvarez.

Las nuevas tecnologías han borrado parte importante de nuestra memoria predigital, entre otros los recuerdos de nuestra infancia. He estado buscando durante décadas nombres como los de Octavio Alvarez y Mari Carmen Solves. ¿Dónde estarán aquellas personas que con su magia contribuyeron hace cincuenta años a que a mí me apasione la opera?. La casualidad quiso que me encontrase en la lectura de una tesis doctoral de un amigo, con su director que se llamaba José Octavio Alvarez Solves. No era posible tanta casualidad, así que fue acabar el acto formal y dirigirme a él. Efectivamente, había encontrado a los recuerdos de mi niñez.

El resto, ya ha sido comentado por mis compañeros. Una jornada inolvidable, un hablar sin parar de ópera durante más de cuatro horas. Un traer a colación a primerísimas figuras del canto: Victoria de los Angeles, Jaume Aragall, Ileana Cotrubas, Kraus, Bergonzi, Tebaldi … y a otras más cercanas, pero no menos grandes: Antón Navarro, su mujer Pilar Alvarez (hermana de D. Octavio y compañera de Kraus en muchas zarzuelas), Evelio Esteve, etc. etc. etc.

Y sobre todo esto, una personalidad como la de D. Octavio, que es un señor, con una bonhomía evidente, una grandeza en todos los ámbitos, y un lujo haber podido compartir con él y con José Octavio, su hijo, una memorable comida. Además, José Octavio posee unos conocimientos musicales con los que nos dejó boquiabiertos.

Mención especial para las grabaciones que nos mostró de sus padres. Magníficas y muy, pero que muy emotivas.

Para mí, además de todo lo ya dicho, fue simplemente emocionante. Como aquella película de Orson Welles, ciudadano Kane, en que el protagonista recuerda su “Rosebud” particular, en mi caso lo encontré la tarde del sábado. Gracias a D. Octavio Alvarez y a Dª Mari Carmen Solves por haberme encontrado con el origen de mi amor a la opera.

Preciosos testimonios con los que nos estáis obsequiando a quienes Valencia nos queda algo lejos y a los que no conocemos a Octavio Álvarez, Mari Carmen Solves e hijo. Gracias por compartir vuestras experiencias.

Buena Asociación es ésa.
No conocía a D. Octavio pero Pilar Álvarez sí que me suena.

Gracias a todos vosotros compañeros foreros por hacer que entre todos formemos una gran familia.

Hermoso testimonio el que nos cuentan.

Esos son los encuentros que hacen que el amor a la ópera se mantenga vivo.

Me imagino que doña Pilar Álvarez, es la dama que se identificaba en algunos discos como Pilarín Álvarez?

La misma, fue pareja de Kraus muchas veces, sobre todo cantando zarzuela.

Que yo recuerde ahora, Pilar (o Pilarín) Álvarez grabó "Marina" con Alfredo Kraus y su hermano Francisco Kraus.
Octavio Álvarez grabó "El rey que rabió" con Sagi Vela.

Ainnnssss, yo tengo el Ausensi-Munguía.