A lo mejor el factor salud, a estas alturas algo le ha mermado el combustible, por lo que la excesiva intensidad le pasa factura.

Pero es inteligente, dosifica la emisión justo a tiempo y llega vivo al final, con un trabajo S´io non tornassi que casi se le rompe, pero de nuevo disimula con algunos detallitos interpretativos y adiós.

El maestro Luisi levantó del sopor de su intermezzo y nos brindó un vibrante cierre como corresponde en un verismo de tradición.

Concluimos esta buena Cavalleria, vamos a la pausa y a buscar la cena.

Vamos ahora con Pagliacci.

Estos los responsables de la noche:



Nedda...................Barbara Frittoli
Canio...................Roberto Alagna
Tonio...................George Gagnidze
Silvio..................Alexey Lavrov
Beppe...................Tony Stevenson
Lugareño................Daniel Peretto
Lugareño...............Jeremy Little

Director...............Fabio Luisi

Gran prueba para don Roberto.

Hermosa lectura de la introducción.

El señor Luisi se siente mejor en Pagliacci, alternando las facetas "livianas" de la trama con la tragedia, que se resume en unos breves retazos orquestales.

El señor Gagnidze hizo lo que pudo con su prólogo, con su voz estentórea y feota, sin mayores matices, llegando a montar al agudo en la frase l´aere! para sacar la tarea.

Apurado también en el cierre, pero el público del MET lo bravea.

Todo chispa y alegría el coro de los lugareños.

Con un don Roberto que de inició se escuchó apretadín al fondo, pero siempre con su canto cálido y emotivo.

Un tal gioco, que inicia con voz mate, va discurriendo de forma sombría.

El agudo de "com´e ver che vi parlo!" sacado a base cojones y algo adicional.

Más seguro el "A ventitre ore! recordando un poco de las glorias de años atrás, pues siempre quedó cierta sensación de límite.

Pero no critiquemos tanto y disfrutemos del difícil coro Don, din, don, don la labor concertadora fluye de manera natural.

A la señora Frittoli le sientan bien las primeras frases del Qual fiamma avea nel guardo!, gracias a un voz que aún luce sus cualidades gratas al oído cuando no es forzada.

En cambio las cosas no discurren tan bien en el Stridono lassú, por lo que la señora impone su ritmo, con un "e van" que no convenció ni al respetable, generalmente complaciente.

Una escena para ganarse al público y no fue así.

El señor Gagnidze tratando de seducir a Nedda con un canto engolado y efectista para compensar, que se burla de él, para ir aumentando la frustración y furia del caballero.

Ahora el tipo de malo, por sus características le cae muy bien a don Jorge.

El señor Alexey Lavrov, no luce como los tradicionales livianitos Silvios para contrastar con Tonio.

Bueno, también es que no estamos con una Nedda que se deje; y había que equilibrar.

Habrá que seguirlo en otros cometidos, pues luce unos medios del promedio, sin nada especial, no aprovechando el caramelo que es este papel, para que un barítono despunte.

Por lo tanto, la señora Frittoli, más ducha en estas lides, se está echando al hombro el dúo.

Gana algunos puntos con su parte E allor perché, al intentar matizar un poco el canto, con una emisión un tanto sofocada, pero efectiva.

Su frase que (...) che tanta febbre fue de otra voz y con la sensación de "apenas pude."

La señora Frittoli entre canto atropellado y reposado, refleja el estado actual de su carrera, aunque ahora está sacando frases apoyadas en el color bello de su voz.

Qué venga ya Canio, para que esto levante!

Don Roberto, como buen divo, se solaza sosteniendo agudos que le resultan cómodos, como en "Tu, pel padre eterno!

Intenso y firme el Recitar!

Más recogido al inicio el Vesti la giubba, pero vinieron los apuros en las frases "lo spasmo ed il pianto" y más aún en "sul tuo amore infranto" que estuvo a punto de quiebre, pero que sabiamente disimuló con un recurso de espuela que dan los años.

Abundantes sollozos.

El respetable está contento.

Un intermedio que no es tan apreciado como el de la Cavalleria, es éste el de Pagliacci.

Y el maestro Luisi parece saberlo, pues lo reinvindica y aquí se siente que sí dejó el corazón y lo transmite con claridad.

Bravo!