Sobre esto, añadir una cosa que no pone en tela de juicio si es verídico o no considerar el tiempo actual como el más crítico. Señores, no nos engañemos. Siempre los que viven cada momento, en ese momento hablan de crisis y evocan a tiempos pasados como mejores o los de oro. Pasa con esto, pero es que también los más grandes aficionados a otras cosas, como el ballet, el teatro, el cine o lo que quieran, siempre se han de trasladar al pasado. Va con la naturaleza. Estoy seguro que en 2040 hablarán de hoy como un período lleno de cantantes grandes, y en 2080 lo mismo con respecto a 2040. En los años 80 también se hablaba de crisis de voces, y se iba uno a los años 60 ó 50. Esto es así, y se acentúa esa tendencia a medida que se tiene mas y mas informacion y más facil. Ya desde años, el mito es imposible en el presente: Caruso llega a NY y está media ciudad recibiendole en el puerto. Hoy día el mejor cantante del mundo aterriza en donde va a ofrecer su arte y le recibe un taxista con un cartelito para llevarle a su hotel. Los neoyorkinos de entonces, estaban expectantes pues llegaba a sus periodicos en papel noticias de un señor que en Italia, la cuna del género, estaba arrasando con su canto. Hoy, el mejor cantante del mundo ofrece un recital en Vancuver, y a los diez minutos podemos leer posts de aficionados al género residentes en Ciudad del Cabo comentando la jugada que han podido ver ya con un simple pinchazo a un hiperlink del youtube. La facilidad de acceso, desgasta, erosiona, dificulta el poder amar a un cantante. De los cantantes de los años 40 y 50 tenemos su legado, lo conocemos y lo que ha llegado de esas grabaciones es lo que hay, punto, y las adoramos, pero cuentan a su favor la lejanía, el mito, el no haber estado ahí. Hoy día, el legado de un cantante... cuál es? Pero si cuando él va, nosotros ya hemos venido, no puede dejar nada a lo que coger tal afecto o cariño. En otras especialidades, ya digo, pasa igual. Diganme alguna especialidad de arte que considere que hoy, año 2015 tenga a los mejores de su historia en los escenarios. Pero si pasa hasta en los generos musicales ligeros: siempre se mira a atrás, o a los más veteranos, para exponer a los mejores. En todo, o casi todo, es así.
Lo cual no quita para que ciertas comparativas sean una risa, es cierto, pero que hay mucha carga de mito y amor a cualquier pasado y a cualquier precio, es igualmente cierto. Los más grandes aficionados de ópera se cabrean mucho conmigo cuando les señalo ejemplos de grabaciones que yo, lo siento, pero por mucho Gigli, Caruso o Hipolito Lazaro que esté detrás, soy incapaz de escuchar, porque lo que oigo es un rayado de disco, una pianola desafinada, y una voz de fondo que me resulta imposible de disfrutar, y me da que se disfruta solo porque de antemano sabemos que se trata de un registro de esos tíos. Si dijeran que se trata de el mayordomo que pasaba por ahí, nadie lo apreciaría. Por no hablar de los que comparan a Gayarre con cantantes actuales: ¿con qué criterio?. Yo ahí, es que no puedo comprar comparar la realidad tangible con el mito intangible, y por ello, este tipo de comparaciones me parecen poco o nada científicas. Ya cuando entramos en análisis de materiales con sonidos presentables, es otra cosa, y efectivamente, ahí se ven claro, para ello no es necesario el DDD pero sí un mínimo, minimísimo de limpieza sonora, que aparece pronto pero no tanto.
_________________ Harmoniously, NICO
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