Parecido razonable sí hay. Pero es curioso el mundo de sensibilidad que separa ambos pasajes.
En el de RD, bellísimo, hasta que llega el colofón de la melodía, que es tan típico de Donizetti, y tan de ópera italiana, casi parece como si estuviéramos escuchando un cuarteto de Spohr o cosa parecida. Hablando no de copias, sino de precedentes, da la impresión de que el genio Bergamasco se abasteció de ciertos modelos o arquetipos para expresar un instante de refinamiento exacerbado (no estoy muy familiarizado con esta obra, así que lo mismo el momento describe una visita de Nottingham al water closet). Lo de Aida ya es imposible escucharlo con oídos vírgenes, pero surge de un impulso dramático digamos que más vigoroso y se expresa en un lenguaje musical con pocos regustos de otros autores o precedentes.
Todo esto son ganas de hablar por hablar, teniendo en cuenta mi relativo desconocimiento de la obra de Donizetti y lo breve (aunque característico) de los ejemplos.
Vamos, que copia no veo.
Acabo de leer un artículo desternillante de Clarín (Mis Plagios) en el que se defiende con mucho tino de la acusación de haber copiado a Flaubert y me ha hecho gracia el interesante caso que propone don Rupert.
El artículo de Clarín se puede leer aquí (junto a una no menos divertida disección de un discurso de Núñez de Arce en el que éste menosprecia el género de la novela).
http://www.ellibrototal.com/ltotal/fich ... Libro=1260