Registrado: 16 Ago 2012 12:55 Mensajes: 873
|
Sobre el asunto Herlitzius, me voy a permitir citar textualmente la parte relevante del artículo que enlacé de mi homólogo francés ( ), en la medida en que expone soberanamente todo lo que pienso acerca del tema, e incluso todo lo que pensaba sin saber que lo pensaba, e incluso cosas con las que no estoy yo mismo de acuerdo, pero que las pensaba: Herlitzius irradie la scène à la manière d’une Gwyneth Jones, qu’elle n’est pas sans rappeler, elle est toujours fortement engagée, notamment au premier acte où son agressivité se meut en énergie folle pour rejoindre un Tristan plus passif . Ailleurs, son visage est souvent éclairé d’une lumière qui inonde d’émotion le spectateur. De plus c’est une chanteuse d’une grande intelligence et douée d’un sens du texte exceptionnel. Toutes ces qualités s’allient à une voix qui n’a pas néanmoins l’homogénéité ni la sûreté exigées par un rôle au long cours, où il faut non seulement de bonnes chaussures, comme disait Nilsson, mais aussi une endurance à toute épreuve alliée à une manière savante de sauter les obstacles vocaux semés sur la partition. Ce n’est pas tellement les aigus qui posent problème à Evelyn Herlitzius que la ligne de chant. Quand les aigus peuvent être négociés par le souffle, préparés comme un saut d’obstacle et projetés alors ils triomphent, puissants, métalliques, intenses et quelquefois un peu criés. Lorsqu’ils arrivent dans la fluidité du chant, devant être négociés par des passages en continu, alors c’est plus délicat, voire complètement raté: la voix se brise, la note ne sort pas, voire plus aucun son, comme à Munich dans sa Brünnhilde et comme plusieurs fois dans ce Tristan . Sur la distance, Evelyn Herlitzius est apparue en très sérieuse difficulté : il ne suffit pas de chanter les notes, il faut en avoir la ligne. Sans doute le Strauss d’Elektra, qui demande moins de ligne, a-t-il formaté la voix. Il faut espérer qu’au long de ce mois, la voix va se faire à nouveau à ce continuum et à ce lyrisme tendu voulu par Wagner. Evelyn Herlitzius est une immense artiste, qui allie dans la même soirée une voix venue d’ailleurs, inouïe (au sens « jamais entendue »), comme dans une Liebestod anthologique où elle rejoint les mythes du lieu, et des accidents très problématiques et impensables dans pareil théâtre où aucun détail vocal n’échappe. Ce soir, le problématique était trop présent, au point que les imbéciles de la salle se sont cru autorisés à huer une artiste qui reprenait ce rôle écrasant dans des conditions de tension peu communes.En traducción libre y deficiente: Herlitzius irradia la escena a la manera de una Gwyneth Jones, a la que en cierto modo recuerda, siempre se halla fuertemente implicada, notablemente en el primer acto en que su agresividad se hace loca energía para afrontar a un Tristan más pasivo. Por otra parte, su rostro se encuentra a menudo iluminado por una luz que inunda de emoción al espectador. Además es una cantante de gran inteligencia y dotada de un sentido del texto excepcional. Todas esas cualidades se alían a una voz que no posee sin embargo la homogeneidad ni la seguridad exigidas por un rol de largo recorrido, para el que no solo hacen falta buenos zapatos como decía Nilsson, sino además una resistencia a toda prueba aliada a una sabiduría para superar los obstáculos vocales sembrados por la partitura. No son tanto los agudos lo que plantea problemas a Herlitzius cuanto la línea de canto. Cuando los agudos pueden ser negociados por la respiración, preparados como un salto de obstáculo y proyectados, entonces triunfan, poderosos, intensos, metálicos y a veces un poco gritados. Cuando llegan en la fluidez del canto, debiendo ser negociados durante los pasajes en continuo, entonces es más problemático, o bien completamente fallido: la voz se rompe, la nota no sale, ningún sonido se produce, como en la Brunilda de Munich y como muchas veces en este Tristan. En la distancia, Herlitzius ha aparecido en muy seria dificultad: no basta con cantar las notas, hace falta tener la línea. Sin duda la Elektra de Strauss, que reclama menos línea, ha formateado la voz. Hay que esperar que a lo largo de este mes, la voz se haga de nuevo a este continuum y a este lirismo tendido querido por Wagner. Evelyn Herlitzius es una inmensa artista, que alía en la misma tarde una voz venida de allende, inoída (en el sentido de "jamás escuchada"), como en una Liebestod antológica en la que se reúne con los mitos del lugar, y accidentes muy problemáticos e impensables en semejante teatro donde no se escapa ningún detalle vocal. Esta tarde, lo problemático estaba demasiado presente, hasta el punto de que los imbéciles de la sala se han creído autorizados a abuchear a una artista que retomaba este rol agotador en condiciones de tensión poco comunes. Este es de nuevo el enlace a este espléndido artículo de este espléndido blog: http://wanderer.blog.lemonde.fr/2015/07/26/bayreuther-festspiele-2015-tristan-und-isolde-de-richard-wagner-le-25-juillet-2015-dir-mus-christian-thielemann-ms-en-scene-katharina-wagner/Solamente añadir una cosa de mi propia cosecha, así en términos muy generales. Al margen de todas las explicaciones que queramos buscar, estoy convencido de que, el que una voz "llegue" y "llene" a un oyente o no lo haga tiene una componente irracional importantísima, de parte del oyente. A mí, la manera de decir que tiene Herlitzius me pone irremediablemente a cien mil.
_________________ À partir d´un certain âge, la vie devient administrative - surtout (Houellebecq)
|
|