concertante escribió:
Cosotto , Freni ,Callas , Tebaldi ...
Grandes tenores estos mentados para rellenar la lista de 59 que están por delante de él (no está entre los primeros 60, habrá que ir poniendo los primeros 59...).
Le anticipo en todo caso, que muchos de los cantantes que usted va a mentar en esa lista de 59 (que si lo dice es que la tiene, así que quiero y corta-pega, por favor, en cuanto pueda), pagarían las tres cuartas partes de su patrimonio por llegar a poder tener el valor y cualidades para haber hecho la carrera que ha hecho Plácido Domingo. Y todos esos cantas, sí, seguro que tenían el agudito mucho más suelto. La diferencia está en la excelencia en el trabajo, amigo, que es algo que parece una bobada, pero al alcance de muy pocos. Hay quien no lo entiende, y lo reduce a marketing, o directamente lo imputa a un efecto superficial de marketing y se fuma un puro.
Yo no sé qué marketing encierra que un señor en vez de usar los viajes para descansar, los use para contratar un profesor de alemán y que le enseñe el idioma mientras vuela para poder estar más seguro a la hora de cantar en alemán. No lo entiendo muy bien, habrá que preguntar a Risto Mejide qué estrategia nueva de marketing es aquella que reside en la excelencia del trabajo en vez de en vegetar y depositar todo en una voz o agudo más bonito.
Que no le gusta a usted Plácido? Ni es el primero, ni el segundo ni el tercero. Hasta ahí perfecto. Pero de la misma manera que usted pide, clama respeto por su decisión de no gustarle el tenor, cosa perfectamente respetable, le pido que no hace falta que se invente planes, estrategias o rebaje la excelencia por el trabajo a "marketing" si no lo entiende. A mi no me gusta el champagne ni el cava, me saben amargos y me dejan mala sensación en mi paladar; cuando toca usarlos, aun cuando estén encima de la mesa sus mejores denominaciones, cambio por cerveza mahou fresquita. Pero eso no me lleva a tener que inventarme que hay marketing detras del champagne y del cava, y que en realidad son una caca y hay 60 mejores cosas que ello, lo que pasa es que no gozan del marketing que pinta bonito lo que en realidad es porca miseria.
Sobre gustos, no hay nada escrito, efectivamente, salvo, precisamente, respetarlos. Y eso empieza por no falsear las cosas para justificar un disgusto, que insisto, es perfectamente respetable. Lo que no es respetable y sí reprochable es tachar de marketing y no se qué a lo que no me guste: se pone usted en una pose como de saber ver lo que otros no sabemos ver y nos ciegan facilmente unos expertos en tácticas comerciales. Pues mire, no. Tenemos la vista igual que la suya, nos separa un gusto distinto, nada más.