De Lucia escribió:
Yo tuve una curiosa y triste experiencia con Victoria. En los años 80, cuando el Teatro Real era sala de conciertos, fui con un amigo a un recital suyo, no por su magnífico estado vocal (que era ya desastroso) sino como homenaje a una carrera ejemplar, aunque fuera poco valorada en su tierra y nada en su Liceo. Compré las entradas de 50 pesetas de estudiante y antes de empezar, un acomodador nos dijo que bajáramos a patio de butacas. ¡¡No había ni treinta personas!!. El recital fue precioso, con sus canciones de entonces (Ginastera, Montsalvatge, Falla, etc.) y se entregó todo lo que podía. Al terminar el recital, mi amigo y yo fuimos al camerino para pedirle perdón por lo vergonzosa que era entonces la afición madrileña. Ella nos dijo que no nos preocupáramos, que nadie se acordaba ya de ella. Por supuesto que se lo desmentí y me firmó una foto preciosa. Un par de años después, en el funeral de Andrés Segovia, Victoria cantó y, cuando yo estaba hablando con un grupo de amigos al final, en los Carmelitas de Ayala, se me acercó ella, me plantó un par de besos y me preguntó ¿No me estarás siguiendo, verdad?. Me hizo una ilusión tremenda que reconociera a un imberbe estudiante de canto y fan suyo. Desde entonces por supuesto que la seguí por otras ciudades y hablé mucho con ella. El año pasado lo comenté con Pedro Lavirgen en el homenaje que la fundación Victoria de los Ángeles le hizo en la Zarzuela con Albelo como intérprete. Don Pedro la recuerda con un cariño excepcional.
Maravillosa anécdota , gracias por contarla.