Sansón, Radamés, Don José,y Siegmund que es el único gran papel de tenor que le he visto en vivo.

https://www.youtube.com/watch?v=HdHP_Ud4j5I
Creo que esta es de las dos o tres grabaciones de Plácido Domingo que me llevaría a una isla desierta. Impresionante.

Uy, qué mala onda...

La suya, caballero.

Yo no sé qué idea tienen ustedes del verismo, pero no sé cómo un tenor sin seguridad por encima de un La y que pasa tantos apuros con la emisión en los graves y en el cambio del pasaje puede ser referencial en ese repertorio, donde lo importante es precisamente la naturalidad del canto. No se puede ser expresivo cantando el final de Pagliacci o el "Vicino a te" si tienes que andarte peleando con el volumen de la orquesta o atacando cada agudo como si fuese una conquista. Tiene algunos días buenos (ese Pagliacci en el que casi se mata con un taburete, por ejemplo), pero siempre se nota que "está cantando". A mí con otros se me funden drama y música y me meto de lleno en la historia. Por ejemplo Merli en Pagliacci, Corelli en Chénier, Gigli en Cavalleria (y en todo Mascagni en general), Del Monaco en Fedora, Corelli de nuevo en Adriana Lecouvreur, y Pertile, Masini o Lavirgen en las grabaciones que tienen de algunas piezas del repertorio.

De Puccini no hablo, que para mí es caso aparte del verismo. Y porque sería repetirme, ya opiné sobre Domingo en Puccini y hay una diferencia entre que no te guste un cantante y tenerle manía.

He tenido muchas discusiones en más de treinta años con casi todos mis amigos y colegas sobre Plácido Domingo. La opinión casi unánime era, ya entonces, que duraría dos años más en los teatros de ópera. Cinco a lo sumo. ¿Razones? Por cantar el Otelo; por Wagner; por engolar; por cantar cada día; por no tener ni idea de cómo pasar la voz; por no liberarla en la zona más alta; porque lo decían los dos que más sabían del canto en España (y por lo tanto del mundo) y además uno por escrito a diario; porque no colocaba la voz en la máscara; porque era un invento, apoyado de los dueños del Metropolitan (de una religión concreta); por cantar tantos papeles; porque no tenía cuerpo de tenor; por falso y la gente se daría cuenta de la impostura; por coger el avión todos los días (hasta en los de descanso) y el aire acondicionado y los cambios de presión, cada día, acaban con los cantantes; por no coger vacaciones; porque tendría una hernia monumental por su respiración; por ir a tantas entrevistas y saraos las noches antes de una función; por su respiración clavicular (por escrito y en libro para la posteridad, por si alguien lo duda); por cantar en la calle y a todas horas con cualquier disculpa; porque debería dedicarse a la zarzuela o las canciones mejicanas; por cantar romanzas de barítono; por oscurecer artificialmente la voz en Otelo; por engrosar los graves para sacar notas que no tenía; por chillar en los agudos; porque se dedicaría a dirigir, disimulando que se estaba quedando sin voz; por los golpes de glotis; porque ya tenía demasiado dinero; porque el resto de colegas y directores estaban hartos de él; porque cobraba más en los estadios; y no sé si me dejo alguna más. Ah, sí, se me olvidaba una: porque no era tenor.

Pues al final tenían razón, si cambiamos un poco las fechas...

No daba el Do, pero yo le he escuchado el mejor La natural de mi vida, y también vale algo. El problema que tiene Plácido es que sus críticos comparan sus días malos con los buenos de los otros, y eso no vale. El Otelo de Plácido en un buen día era sensacional, musicalmente mejor que cualquier otro que se haya oído. ¿Que el Esultate, los Si bemoles, ni la garra eran los de Del Monaco? Pues sí. ¿Y el resto...?

Rodolfo Celletti viene a decir que, independientemente de las cualidades específicas de cada voz, lo que la hace grande es su capacidad de ser reconocible. A ello habría que añadir la impresión que dicha voz causa en el público, en particular cuando se canta en el teatro. En ese sentido, la voz de Domingo es totalmente reconocible (y no por su repetición) y su impacto en el teatro era enorme; cantara bien o cantara mal.

Sí, vamos. Que no le gusta nada Domingo.

Y la de Joe Cocker también y nunca se planteó dedicarse a la opera.

El Chenier de Del Monaco tampoco era manco.
Y Otello casi le pertenecía.

No, sr. nibelungo: que Domingo no me convence en un repertorio (Verdi, Puccini y el verismo, cada uno por razones diferentes y algunas comunes) que casualmente es mi favorito y el que conozco mejor. Pero eso no significa que niegue la mayor. Ni que no le reconozca haberlo disfrutado mucho no pocas veces (especialmente como Don Carlo, Pinkerton y Cavaradossi).

Del Monaco tiene UN Chénier sensacional, que es el de 1955 con Stella y Taddei. Redondo. En los otros, siempre le veo alguna pega: el de 1949, que sólo se conservan fragmentos; el de 1955 con Callas, que parece más ocupado en competir con ella que en SER Chénier; el de 1957, que sin duda lo grabó estando tocado de la voz, y la interpretación se resiente (ese Improvviso...); y el de 1961, que un vivo después de tantos años con el papel en repertorio... acaba desfondado. De los otros, la pega es básicamente la calidad del sonido.

Corelli en cambio nunca me falla en el papel. Y eso que en conjunto me gusta más el Chénier de Del Monaco.

¡Caramba! ¿Y entonces en qué repertorio le gusta Domingo? Porque sólo me queda pensar en el alemán, el ruso, el francés y las rancheras, ninguno de los cuales ha sido el más trillado por el tenor madrileño. ¿O es que sólo le gusta en esas tres óperas que cita, con todas las que ha cantado? Por cierto: ¿a qué repertorio pertenecen éstas...?

25, 23, 22 y 18 votos en Otello, Mario, Don José y Don Carlo, respectivamente. Como quinta opción puse Canio (11), y empata de momento con su Samson (que tengo menos trillado). Veo que el foro goza de buena salud auditiva. Han acertado ustedes con sus votos. Aúpa Plácido!

Pues me gustan sus grabaciones de ópera francesa de los 70, y sus incursiones en el repertorio alemán; este último no es mi fuerte y no sé si no será la vocalidad adecuada, pero lo disfruto. No es poca cosa. No será el repertorio que más ha frecuentado pero es en el que me gusta. ¿Que de qué repertorio son las obras que cito? Hombre, ser un buen Don Carlo no te hace magnífico en Verdi (Manrico, Radamès, Alvaro, y por otra parte el Duca, Alfredo, Arrigo... y al margen Otello). Igualmente, pues lo mismo que luce como Cavaradossi y un rol "menor" dentro de la producción pucciniana como es Pinkerton, eso no contradice la afirmación de que en general en Puccini (Calaf, Rodolfo, Des Grieux, Johnson) no me gusta.

Si oigan, es un gran cantante con momentos maravillosos, pero igual que a la mayoría de ustedes no se les cae la baba con Del Monaco y Corelli -a mí, sí-, acepten que a mí Domingo no me llegue, y no por una manía irracional que se pueda reducir al absurdo.

Lo acepto, lo acepto... Faltaría más... Simplemente me resulta curioso que le guste más cantando ópera francesa o alemana --en la que ni por idiomatismo, ni por expresión, ni por línea de canto, ni por estilo estaba cómodo y adecuado el tenor madrileño (aunque ciertamente ha brillado en algunos roles del repertorio galo-- que italiana, cuyo repertorio ha sido el natural de Domingo desde sus inicios (como en el de la mayoría de los primi tenori, por otro lado). Pero vamos que está totalmente en su derecho, faltaría más.

Esto me vuelve a confirmar en la idea de que la ópera es la cosa más subjetiva que pueda darse...