A mí me gusta. Sin embargo, hay que reconocer que, en teatros como la Scala o el San Carlo, su voz sonaba leñosa y forzada.

Eso es lo que me hace dudar de él . No se si en vivo, en un gran escenario como esos que usted menciona , la voz le corria por toda la sala.

Vargas, Blake, Matteuzzi, Flórez... decir que no creo que haga falta reivindicarlos en su repertorio es seguramente una forma de apoyar la reivindicación. Luego están los Merritt y Kunde, que gusten o no son tenores con una voz muy especial. Lo de "especial" admite coñas de todos los colores.

Merritt come a parte .
Es el baritenor impagable de los últimos tiempos .
Su aportación a la causa rossiniana es clave .

Bueno, Merritt y Kunde comen aparte de los demás y entre ellos también, se acepta.

Aunque llego un poco tarde a esta discusión, me gustaría dejar mi opinión. Yo he oído mucho a Blake en vivo, mucho a Flórez en vivo y mucho a Giménez en vivo. Blake tiene un vibrato caprino desagradable y el instrumento no es bello, pero es, con diferencia, a i entender, el mejor tenor rossiniano de todos los tiempos de largo, muy largo. Flórez es la perfección formal, pero la falta de emoción, la voz pequeña. Blake tenía una voz el doble de grande que la de Flórez, un fiato del triple y un fraseo del cuádruple. La belleza no. Giménez es una voz fea, pero muy solvente, muy profesional (desde que tiene el pelo blanco es un poco caricatura de sí mismo, pero en fin). Por supuesto que contemplo a Ford, a Palacio, a Valletti, a Simoneau, etc. A los que no meto en ese saco de especialistas solventes es a Matteuzzi ni a Siragusa, por ejemplo. El primero es un mado Robin en tío. Un agudero con la voz horrísona, sin matices, desafinante y que basa todo su arte en pegar un horrible berrido más allá del Mi4 en todo lo que canta. Siragusa es una voz blanca, pequeña, fea y desagradable. No puedo soportarlo y me lo trago cada vez que hay un Rossini en España o Italia.

En fin, que me quedo con Blake, que, encima, era un tío simpatiquísimo.

Bien dicho! A los cantantes se les escucha, sigue y admira, por sus virtudes:

Yo también pude escucharle mayor, alrededor de 52 años. El timbre era menos agradable, pero ese fraseo era de admirar. Y claro, esa capacidad pulmonar es para el estudio.

Por eso mismo abrí este hilo .
A mí no me gustaba mucho , al principio, por todo lo comentado : su timbre no te engancha de entrada , da la impresión de hacerlo todo forzado, al limite.
Ahora bien , si te metes en las representaciones rosinianas, a partir del ochenta , te das cuenta de que es imprescindible y que, ponderando todas las virtudes y defectos, es el tenor rossiniano por antonomasía y diríamos que imprescindible en este campo.
Estoy de acuerdo con Don Alfonso que, aunque su timbre no sea el de Pavarotti, lo que el hace es de manual de canto y que es digno de ser imitado por todos aquellos cantantes noveles , que traten de acercarse a Rossini para interpretarlo como mandan los cánones.