El hilo es, en cierto modo, un pretexto para felicitar el Año Nuevo a todo el foro pero, ya que estamos, podemos ir compartiendo nuestros planes operísticos para el 2015: deseos más o menos confesables, desafíos, propósitos de la enmienda, etc.

Algunos de los míos podrían ser:

• Conseguir alguna concesión de la parte contratante en el ámbito de la conciliación de la vida familiar, de manera que pueda echar algo más que una canita anual al aire en los teatros de ópera.

• Prestarle algo más de atención al repertorio eslavo, del que tengo un conocimiento bastante precario.

• Seguir la campaña de reivindicación haydiniana con algunas de sus casi desconocidas óperas, un asunto en el que me consta que ya hay algún forero trabajando.

• Dejar de dar oportunidades al Donizetti más serio y solemne, al que el entusiasmo de algunos de ustedes me ha seguido llevando de vez en cuando, con nulos resultados (hace un par de semanas, nueva soporífera experiencia con un Devereux).

• Lograr que Tip escriba la frase "Prefiero [aquí el nombre de cualquier cantante, compositor u obra alemanes] a [aquí cualquier otra cosa en el mundo que no sea alemana]".

• Salir sin daños irreparables de la que me va a caer por el propósito nº 4.

Algunos de los míos son:

• Ver por primera vez en el teatro Fausto de Gounod. Ha sido programada en mi ciudad y me entusiasma la idea de verla en vivo.

• Ampliar mi conocimiento de ópera rusa. He comenzado por Sadko y aprovecho la oportunidad para consultarles si alguien sabe donde puedo conseguir el libreto traducido al español, inglés o italiano.

Escuchar entera "Die Meistersinger".

Prefiero Kaufmann a Vratogna.
Si es que es más fácil conceder que pedir.

¿Qué me dice?... Pues si no ha superado esa prueba del algodón, entonces es que el Donizetti serio no está hecho para usted. No pasa nada, hay más mundo operístico por descubrir .

Feliz año a tutti.

Me gustaría ser capaz de disfrutar de nuevo de las Bodas de Fígaro, Matabosch mediante; porfa, que nos portamos bien, levanta el castigo.

Yo también quiero explorar cosas poco conocidas. No las óperas de Haydn, que ya me sometí a esa ordalía (suerte a los aspirantes) sino, por ejemplo, más ópera contemporánea, algún barroco extraHandel... Podría decir que quiero aprender a disfrutar de Tristán e Isolda, pero para qué empezar el año espoleando mi mendacidad. ¿Cuál es el problema con Meistersinger, venerable Gino, las leccioncitas musicales de David en el acto I? ¿O la carcoma es más profunda?

Quisiera que mis reseñas de funciones en el foro fueran substanciosas, detalladas, precisas, eruditas, viriles pero femeninas, ingeniosas, informativas, casi incontrovertibles; diseccionando, sin temor al qué dirán los foreros que saben de esto y con impecable conocimiento de causa musical y dramática, la actuación de los músicos y comparsas. Como esto es, de tan palpablemente imposible, risible, me conformo con esmerarme un poquito más de lo que vengo haciéndolo y que mis oídos de hojalata no engañen demasiado a posibles compradores de entradas.

Quizás no de ópera necesariamente, pero, puesto que es manifiesto que el mundo clama por más, deseo animarme a abrir un blog, y no dejarlo embarrancado a las primeras de cambio.

Comparto totalmente sus sentimientos y apreciaciones sobre las óperas de Haydn. Es un enorme consuelo saber que uno no está solo ante este dilema, por lo que supone de rechazo a uno de mis compositores de cabecera. Pero, efectivamente, es una ordalía -término en desuso pero perfectamente aplicable al caso- tener que afrontar cosas como Orlando Palladino o La fedeltà premiata. Uno es que tiene sus limitaciones.

Pero si Orlando Palladino es divertidísima. Otra cosa es L'isola disabitata o Orfeo.

A mí en el nuevo año me gustaría ser todavía más bobo y más ignorante, es decir, más feliz. De no poder ser así, me conformo con quedarme como estoy (no es poca cosa).

En el plano musical, si todavía se está a tiempo de echarle la carta a los Reyes, me conformaría con alguna minucia, por ejemplo que se descubriese la partitura perdida del Lear de Verdi, una cosa de ese estilo.

Y ya en plan menos terrenal, me encantaría algún año de estos escucharme seguidas, en una semanita de nada, Anillo, Meistersinger, Tristan y Parsifal.

Cuando llegue el turno de Los maestros llévese con usted a Gino, a ver si así consigue el hombre escucharla entera...

Ordenar el trastero, que lo tengo manga por hombro.

Año, no lustro.

Por mi parte intentaré prepararme la 'Wakilla', que la tendremos en Oviedo.

Disfrutar del Cisne Pesado y de Dormizetti.

Ay, no, que ya los he dejado por imposibles.

Conocer las óperas "de galeras" de Verdi, tengo muchas lagunas ahí.

E investigar las óperas de Prokofiev, que desconozco.

Ahí lo ha dao.