Princesa oriental escribió:
Si entendí, no le gusta plácido? no puedo creer que no le guste el timbre dorado de plácido, su tesitura, la técnica más perfecta en tenor alguno y tantas dotes que lo hacen inalcanzable. Lo mejor: su penetración de cada personaje.
Como dijo el gran actor lawrence olivier,canta bien y sabe actuar.
Carina Princesa Oriental: no me malinterprete. Si ha navegado usted por las procelosas aguas de este foro --en ocasiones muy agitadas por el tempestuoso embate de las opiniones personales y la pasión que tanto gusta a nuestro Tunner-- verá que he defendido a Domingo en más de una ocasión (o, por mejor decir, he defendido lo que de defendible ha tenido Domingo, como gran tenor que fue hasta los años 80) y que siempre he reconocido su grandeza y su importancia como tenor en la segunda mitad del siglo XX. Pero ello no me ha impedido --creo-- ser ecuánime y valorar en su justo punto al tenor madrileño criticando lo que en él hay de criticable (según mi modestísimo entender) y reprochándole las tomaduras de pelo que lleva montándose en torno a la cuerda baritonal desde hace unos años. Por otro lado, y viendo los gloriosos nombres que le he citado antes junto al de él, no se me ocurriría nunca decir, sin matizar, que mi paisano madrileño es el "más grande cantante masculino" que ha tenido España (¿y Portugal, entiendo, puesto que hablaba usted de toda la Península Ibérica?). Si acaso está entre los mejores (o estuvo, más bien), pero tampoco más (ni menos, pues no es poca cosa ésa). Un gran intérprete, en todo caso, que no ha sabido retirarse a tiempo (para dejarnos, a quienes le admiramos en su momento, el buen sabor de boca que habríamos deseado tener al recordarle).
Sólo deseo, por el bien de mis buenos recuerdos, de mi antigua estima por Domingo y de la que siento por el propio Verdi que no se le ocurra afrontar el rol de Iago, pues después de ver lo que ha hecho con
il povero Rigoletto --sin ir más lejos-- se me pueden terminar de caer los palos del sombrajo: me lo imagino poniendo todo tipo de gestos malévolos, torvos y enfurruñados, mientras intenta entonar el
"Brindis" o el
"Credo" con el resuello al límite y es que se me ponen los vellos como escarpias (que no como Scarpia).
Un saludete muy afectuoso.