Sí,pero en la siguiente escena con el Inquisidor se resarce y hay modo ogro para dar y tomar.

Hombre, reconózcame al menos que en las dos escenas las circunstancias dramáticas son bien distintas.

Lo de Christoff en el Don Carlo igual tiene que ver con esos modos de comeniños del Inquisidor de Giulio Neri. Todo se pega.

Un enfrentamiento entre las dos cabezas de los poderes más importantes de todo el Mundo en la época, el eterno enfrentamiento entre el poder temporal y el eclesiástico (en el que éste llega a amenazar a todo un rey dueño de medio Mundo, con ponerle delante del Tribunal de la Inquisición), habrá de cantarse como si fuera un madrigal o barroco temprano... susurritos con cara de bueno y voz en sordina...

Anda, anda, váyanse a comer arroz blanco a una cala perdida...

Qué sandeces de "ogros", "comeniños", pero dónde han leído ustedes semejantes paridas... Les gustará más el dúo con D'Arcangelo y Vito Priante. Ya verán que "civilizados" ...

Señoría, en esa aria la defensa no llamará al acusado a declarar.

Eso mismo le indicaba a Don Gino. Su Católica Majestad acaba de desnudarse moralmente en la intimidad; parece lógico que trate de recomponer la figura ante el Inquisidor.

El cantante debe impresionar por medio del acento. las toneladas de sonido, sobre todo en disco, aburren a los pocos minutos.

Y esto, mientras me acuerdo del arroz a banda con su bullit de peix del pasado verano en Es Jondal. El arrocito blanco ese, pa usted.

No estoy de acuerdo y me sorprende en Supermaño (Mr. Tunner, como buen tifoso, es predecible) que esperen que frases como "Carlo mi colma il cor d'una tristezza amara", "Se il figlio a morte invio", "la natura l'amor, tacer potranno in me" se conviertan en una competición de fraseo altisonante y marmóreo.

Previsible sí que es usted que no ha pisado un teatro y vive de disquitos. Si oyera esas frases con voz en un teatro se le caían las gafas y no se quedaría escuchando blanditos en la mesa camilla.

Con esas exquisiteces y pedanterías de arroces (por muy fisno que sea, no deja de ser un puto arroz) le imagino en el patio de butacas con las señoronas ésas de los collares.

Y a Christoff le sobran los acentos, otra cosa es que a usted no le gusten. A mí me chiflan y a otros muchos también.

La verdad es que, al menos, nos alegran la vida. El Domingo tuve invitados en casa y a los postres les comenté, "¿Sabéis lo último de los foros? Ahora dicen que Christoff es un falso mito"
Las risas se oyeron hasta en Calpe.

¡Ese es el modo ogro, ése! Ande, ande, mírese la tensión, que vienen fechas peligrosas para las arterias.

En ese dúo siempre tiemblo antes de que digan "Posa!"
Rezando como un tonto para que digan mi nombre...

Parece que el terrible ogro Christoff no era tal, después de todo, excepto en la imaginación de algunos tertulianos.

¿O hemos hecho el viaje completo, del mito a la realidad, y vuelta al mito?.

Espere, espere, que tengo en mente darle un repaso a su Padre Guadiano.

Que debe parecer de El Palmar de Troya, lo menos...