La resolución del tema del deseo, el acorde Tristán, al final del Liebestod.

Sólo la muerte puede culminar el deseo inalcanzable de los amantes.

Lo más grande jamás escrito.

Querrás decir:


Enzo adorato, ah come t'aaaaaaAAAAAAAAAAAAAAAAAAaaaaamo!!!!

Momento mágico, en efecto

Algunos momentos mágicos para mi:

El "In Gottes namen" de la Mariscala.
El "Allein, was tut's? Was tut's? Ich habe deinen Mund gekusst, Jochanaan. Ich habe ihn gekusst, deinen Mund"
La música de la apertura del testamento en Gianni Schicchi.
La entrada de Butterfly que siempre me genera angustia, sabiendo lo que le espera.
Y aunque no es ópera (mas o menos) el Lacrimosa del Requiem de Verdi, con esos acordes que asemejan el llanto y que me resultan conmovedores.

De la obertura de Cosi fan tutte estos toques de las flautas. Son sólo dos segundos y justo estos: http://youtu.be/hOvX9LRj6No?t=1m30s
De la de Rigoletto, la percusión final: http://youtu.be/Wmo7VuOpdxU?t=5m7s
Del final de La boheme, los cuatro toques que certifican la muerte de Mimí: https://www.youtube.com/watch?v=thaEqF9 ... e&t=10m16s
En el final de Madama Butterfly, desde "il materno abandono" hasta final del aria; y si es muy largo, hasta los diez segundos siguientes: https://www.youtube.com/watch?v=ilsq9xw ... be&t=1m10s
En la escena de San Basilio, dos momentos: el pueblo pidiendo pan a Boris (http://youtu.be/69Vw1y8UJ6k?t=3m11s) y la repetición del lamento del tonto/loco/bendito/inocente/simple/loquesea, pero con la variación instrumental y vocal (https://www.youtube.com/watch?v=m1FeiVx ... be&t=6m16s)
El muy poético "quando la mia giornata è giunta a sera", para decir Felipe II que sus días se acaban.


Y esta dedicada a Gaku: de la fuga final de Falstaff, estos ocho segundos: http://youtu.be/yx2zJMN4uEo?t=2m25s
(no te lo esperabas, ¿eh?)

Si ese momento, pero dije toda la línea de Gioconda completa, e incluye primero antes que nada la mencion a su madre (La Cieca), despues viene la magia esa, mucho mejor descrita por usted (y es MUY DIFICIL hallar a alguien que la pueda hacer correctamente como tal; Callas podía o regular también? :s

Ya lo dije una vez, pero lo repito: uno de los momentos más sobrecogedores y emocionantes de todas las óperas que he podido escuchar... Siempre surte efecto en mí y me acongoja...

Rêve...
Extase...
Bonheur.
Je donnerais ma vie,
Pour garder à jamais,
Ce yeux,
Ce front charmant,
Cette bouche adorable,
Étonnée et ravie...
Sans que nul à son tour
Les contemple un moment...
Le céleste sourire...
O Charlotte, je vous aime...
Je vous aime, et je vous admire...

Crei que define, a las mil maravillas, el carácter soñador, idealista y desequilibrado del protagonista, así como el tono enfermizo general de la obra.



Pongo el vídeo con Kaufmann y Koch porque abarca, justo, el pasaje citado. No hace falta decir que el papel del joven y enfermizo amante me gusta más en otras voces (especialmente Thill), aunque debemos reconocer que el alemán hace aquí un papel estupendo, cantando con entrega, un buen legato y un impresionante fiato (obsérvese la frase "Les contemple un moment", alargada y dicha de un solo aliento, con una efusión romántica arrebatadora). La emisión, como siempre algo gutural, pero con agudos timbrados y buena proyección. Establece, además, un juego de dinámicas extraordinario, acentuando de manera sobresaliente lo poético del momento, y utilizando un crescendo en intensidad que otorga mucho valor a la lectura. Aunque el tempo es un poco lento, sin embargo beneficia considerablemente la exposición de Kaufmann, así como a su peculiar timbre.

Aquí tenemos al mencionado Thill. Idiomatismo y estilo insuperables, voz en punta, dicción nitidísima...

Muy de acuerdo en señalar ese fragmento de Werther, ahora, la acentuación de Thill en esta parte comparada con la de Kraus en la electrizante versión en vivo de la Scala, en mi opinión, una de las mejores grabaciones de ópera completa que hay de un tenor, se antoja sosa, muy sosa. Además la dirección orquestal es estremecedora. Es una pena la calidad del sonido de tan extraordinario documento operístico, pero la expresión es tan encendida y arrebatadora al mismo tiempo que todo está tan perfectamente cantado, que te deja sin respiración. Sin duda un imprescindible.

Para mí el perfecto ejemplo de condensación es el Amami Alfredo de la Traviata. Callas nos cuenta todo todito todo de la ópera en pocos segundos. El intenso amor, la renuncia, se anticipa el trágico desenlace...

¿Se refiere a la dirigida por Prêtre en 1976? Aquí un fragmento, de la misma escena, con el que también me quedaría sin dudarlo. Creo que Massenet consiguió crear una atmósfera verdaderamente cautivadora en todo este momento.

Efectivamente. Ahí se encuentra en el canto, sensibilidad, elegancia y pasión. Factores que son difíciles de combinar adecuadamente, se necesita mucha inteligencia además de una técnica de máximo nivel y Kraus nos deja un documento absolutamente demoledor.

Je Lui sacrifie tout, j'abandonne tout, je renonce à tout, pour qu'Il me rende l'honneur.

He encontrado el fragmento en esta versión krausina del 76. Incluye algo más que lo dicho por Werther, mais c'est le voilà...

Hummm... Bueno, son dos modos de leer el pasaje. Pero tampoco podemos ser injustos con Thill, pues su versión es grabada (más fría y calculada, por tanto), mientras que la otra tiene el calor y la entrega del directo. Es verdad que hay diferencias de timbre (a favor, en mi opinión, para Thill, que tenía un más bello instrumento), de tempo (la dirección de Cohen es expeditiva y algo rutinaria), pero no diría yo que la lectura de Thill es "sosa". El cantante va al grano y lo hace con absoluta naturalidad. Convengamos en que le puede faltar un poco de pasión y de incisividad en el acento, en que se muestra algo menos arrebatador que Kraus --sobre todo en la primera parte--, pero la lectura es tan nítida, precisa y está escanciada con tal limpidez que deja apabullado al oyente (al menos a un servidor). Creo, en todo caso, que la latinidad de nuestro compatriota se deja entrever, a la postre, en su magnífica interpretación. Ahora, si tuviera que elegir pienso que me quedaría con la lectura de Thill, francamente. Aunque tampoco lo digo con total seguridad, pues la de Kraus tampoco se oye demasiado bien, es cierto...

Un servidor tuvo el honor de asistir a una de aquellas inolvidables funciones.

Envidia eterna