Por cierto que abundando en opiniones sobre voces del pasado, me comentaban que otra voz cuyo espcio también en cierta forma ocupó Domingo, James King, también era muy superior en cuanto a calibre vocal.

Me lo creo. No hay más que escucharle en Siegmund... O aquí también, por ejemplo...

¿Qué tiene que ver uno con otro? ¡Si casi no coincidieron en ningún papel! Y encima se llevaban 20 años.

Hombre, a mí me parece claro que para Siegmund y Parsifal Domingo fue en los 90 lo que King años atrás, de la misma manera que también ocupó otros repertorios muy diferentes. Lo que intento es poner de relieve la extraña convalidación propuesta por Domingo: una vocalità buena para todo, pero no por su capacidad para adaptarse a cada repertorio, sino por adaptar cada repertorio a sus limitaciones.

La enorme inteligencia de Domingo es innegable, así como su capacidad camaleónica para hacer creíbles los personajes que abordaba. Tal y como se dice aquí, adaptaba esos papeles a sus limitaciones y, al mismo tiempo, nos ofrecía caracterizaciones singulares y personalísimas. Su innato sentido musical, su fraseo y su personalidad hacían el resto (aparte de un atractivo personal que sabía utilizar muy bien con el público femenino). Si a eso añadimos una virtuosística forma de marketing, pues ya tenemos el cuadro completo.

Yo más bien hablaría de reconocibles por la misma razón del caso vocal: una única propuesta genérica válida para todo, mezcla de crispación y sensualidad de cuño verista. No es lo que entiendo por personalidad ni singularidad.

¡Ojo! No cometamos el mismo error de siempre: King "no sólo" cantó repertorio wagneriano (aunque sí mayoritariamente germánico: Beethoven, Strauss, etc.). Pero dejó muy buenos ejemplos de sus prestaciones en roles como Cavaradossi, Don José, Radamés, Calaf, Canio y otros personajes spinto que también frecuentó nuestro Domingo. De hecho, hay circulando por ahí unos muy interesantes fragmentos del Otello verdiano, que King canta con el Iago un poco soso pero muy correcto de Glossop...

Pero King no es ningún prodigio de técnica. Hasta Celletti, que no es fan de Domingo, se da cuenta de que el madrileño, por ejemplo en Lohengrin, está muy por encima del nortemericano.

Téngase presente una cosa: al hablar de King --y siguiendo el primer comentario de esta página hecho por Gino-- yo me estaba refiriendo, expresamente, a su instrumento, no tanto a su técnica o estilo al cantar (porque parece evidente que en cuanto a idiomatismo en otro repertorio que no sea el germánico el norteamericano estaba muy por detrás de Domingo). Pero tampoco creo que King sea tan malo en ese ámbito de la técnica, aunque ciertamente no puede afirmarse que fuera un cantante sutil o especialmente imaginativo y brillante en la expresión. Ahora, eso sí: su voz siempre me ha parecido formidable y muy hermosa.

Vale. Si se refería a ocupación de un espacio que estaba desocupado, de acuerdo. Yo interpreté equivocadamente que se refería a suplantación; una especie de ese imaginario "caso Cosutta" pero con king como víctima de Domingo (digo imaginario porque al final solo se han aportado los rumores de radio macuto).

El caso Domingo es peculiar. Está claro que su técnica tiene muchos defectos y que probablemente muchos de ellos se deban a su empeño en oscurecer su voz "natural". Aparte de eso a mí sí me parece un gran artista y desde luego imprime su huella en muchos de los papeles que canta... adaptándolos a sí mismo, igual que han hecho todos los intérpretes a lo largo de la historia. ¿Qué artista deja de ser él para adaptarse a un papel? ¿¿??

En cuanto a King, quizá cante mejor que Domingo pero me parece un artista más convencional. ¿Por timbre? ¿Por fraseo? ¿Por otros motivos? No lo sé.

James King contaba con un material de gran calidad por robustez, metal, volumen y calidad tímbrica, pero, efectivamente, era monolítico, escasamente sutil y poco imaginativo como fraseador.

Evidentemente, su desahogo en el agudo donde producía sonidos que aunaban timbre y squillo (aunque algún sonido de pasaje y por encima se quedara atrás) supera al siempre apretado Domingo, quién resulta además, demasiado lírico para esos papeles que compartió con King. Por ejemplo, el americano ha sido uno de los mejores Kaiser (papel de escritura terrible) y lo demostró en vivo. Domingo sólo lo pudo grabar. Algo que ni siquiera llegó a hacer con el Baco, a pesar de que estaba previsto para una grabación DG con Levine.

Eso sí, la belleza y seducción del timbre de Domingo, su consabido carisma, extroversión e inmediatez irresistibles en teatro e, insisto, esa sólida musicalidad, que aúna la innata y la procedente de la formación, cualidad a la que no es ajena que haya podido destacar en tan variados repertorios.

Es que Baco es mucho Baco, para Domingo y para cualquiera. King lo hacía muy bien, de lo que doy fe. Saccá lo hace bastante bien por cierto, (alguna tirantez en esos agudos inclementes), pero es un papel inmisericorde y bellísimo también. Pero imposible para nuestro Domingo, que sufría, desde mediados de los setenta, no ya con el do sobreagudo, sino hasta con el si bemol. Menos mal que podía compensarlo con otras cosas, tanto tangibles como intangibles.

Saccà es un horror cantando Baco y también recitando la tabla de multiplicar.

El mejor Baco es Helge Rosvaenge con Clemens Krauss. King lo fue muy bueno y también es magnífico Ben Heppner con Sinopoli.

Dejen, dejen... El mejor Baco de todos es éste...

La única cantante postferrieriana capaz de emular la inmensa "austeridad trascendente" de Janet Baker, con un instrumento más bruñido y, a mi modo de ver, hermoso, fue la sensacional y olvidadísima contralto galesa Helen Watts.

El movil no quiere dejarme enlazar videos, a ver si luego puedo poner alguno.