Yo creo que esto no entra en que diga o no diga mucho Varady, cosa personal y respetable. Lo que no puede ser es que digamos alegremente que era peor (o menos buena, como prefieran) que Sass y Studer (dos sopranos que duraron dos telediarios y acabaron con sus voces destrozadas por querer o bien imitar a Callas o bien ir demasiado rápido...), porque es algo que NO es verdad, se ponga uno como se ponga.

Cantaban mejor y con más personalidad e igual también cantaron más en total, teniendo en cuenta lo poco que se prodigaba Frau Fischer-Dieskau.

¿Con más personalidad la Studer que la Varady? amos anda

Me parece que el Matestro Celletti le regañaría a usted por dejarse embaucar por una cantante eurosbobbica, mi estimado Tunner.

Hay personalidad y personalidad. Alguna personalidad más vale no mostrarla demasiado. Si lo sabré yo...

Qué porno suena todo xD

Esto es completamente FALSO. Jamás he estado así con ella.
Sólo dos veces la he visto en vivo.
1. Recital de Mozart. Estaba con los que son mis amigos y disfruté, bastante, de la compañía liceísta, como siempre. De la liceísta...
2. En "Anna Bolena". Y lo digo en mi crónica, estaba deseando que le cortaran la cabeza. Le salvó su "al dolce guidami". Por lo demás, salí corriendo al aeropuerto (y usted iba detrás). Así que ni firmas, ni genuflexiones en camerinos. No invente.
3. Quien me conoce de verdad, sabe lo poco dada que soy al braveo. Y lo que respeto a mucho fan de Edita que por barbaridades como estas, no siga yo.
4. Las disculpas no valen privadas. Se tiene cabeza, se piensa primero...Luego se escribe.

Como soy muy obediente, siguiendo la sugerencia del Marqués me traigo aquí el último comentario que he realizado en el hilo de las sopranos inmortales, relativo a las virtudes de Giovanni Martinelli, que días atrás fue inmerecidamente vapuleado (en mi opinión) durante su duelo con Bergonzi.

Frente a la acusación de Ulysses --para quien el tenor de Montagnana sería un "pregonero" comparado con sus compañeros coetáneos de cuerda-- se podría decir que en su vocalidad influyó mucho la circunstancia de haberse desarrollado su carrera principalmente en EE.UU y ante un público que pedía voces grandes, poderosas, dramáticas y oscuras (en este sentido el recuerdo de Caruso permanecía imborrable), así como un tipo de canto más directo (propio de la nueva época), alejado de los melismas y la melifluidez (¿existe este "palabro"?) de tiempos anteriores. Este hecho --unido a la circunstancia de que su carrera se alargó muchos años y al final con unas condiciones vocales que no fueron las originarias-- puede hacernos pensar que Martinelli era inferior a algunos de sus contemporáneos más exquisitos --el mismo Gigli ya citado (algo remilgadito en ocasiones, para mi gusto), o el señorial Pertile (su paisano y dueño de un instrumento infinitamente más pobre que el de Martinelli)-- y un tanto tosco cantando, pero no cabe duda de que dominaba todos los resortes técnicos de la ortodoxia canora y que los empleaba a la perfección cuando la situación lo requería. Uno escucha sus grabaciones de los años 10 y 20 y se percata de que está ante un tenor de muchísimos quilates y calidad. Pero en épocas posteriores la cosa tampoco decayó precisamente. La escena de la tumba en Aida, a la que se nos remitía arriba, su Manrico, su Canio (sin los excesos veristoides de otros) o el mismo Otello, ya citado también, son muestras de lo que el tenor italiano era capaz de hacer. Al margen, por supuesto, de tener un instrumento de primer orden: timbrado, squillante, viril, empastado, de gran proyección y facilísimo agudo.

Esa escena de la tumba es sencillamente escalofriante. Hace un par de días se la mencionaba al Dr Zhivago en el hilo de las youtuberías

Precisamente es una de las que enlazaba en el otro hilo, pero si la cosa se traslada aquí, me permito reproducir el mensaje que puse en aquél:

Tal cual lo comenta el señor nibelungo. Señala Celletti que cuando Martinelli volvió a cantar en Italia (Roma y Milán) en 1929, después de muchos años de carrera en América, y con las expectativas por las nubes, la decepción fue absoluta. La voz no tenía nada que ver con la de su juventud. El esmalte, el brillo y la lumnosidad habían dado paso a una voz oscura, entubada y con sonidos fijos. La sombra de Caruso fue muy perjudicial para bastantes tenores que se criaron a su vera en el viejo MET .

Y cómo está Ponselle en ese dúo. Hacía tiempo que no lo escuchaba. Qué bárbara.

Sí, Martinelli es unos de esos casos en los que las grabaciones posteriores, generalmente más difundidas, han enturbiado el recuerdo del artista.


Todavía en 1928 la cosa era de muchísimo respeto, aunque se nota algo más de pesantez:
https://www.youtube.com/watch?v=8RAHxnv6y98
https://www.youtube.com/watch?v=jGNkr6Ky75I

Por comparar:
https://www.youtube.com/watch?v=BXIZO-girgw

Ponselle cantó con él en varias etapas de su carrera. Contaba que llegaba al Do sin la más mínima dificultad aparente, pero que, para mantener la intensidad de su emisión, a veces sudaba como un galeoto, y tenía que luchar con una salivación torrencial.

Impresionante versión.

Pues tenía que ser toda una experiencia cantar con él...

Sí, efectivamente. La escena final de Aida es de libro... Ya lo señalaban en el hilo de las sopranos Doctor Zhivago y Gino... ¡Y qué voz tan hermosa tenía la Ponselle...!