Con más de 80 teatros en el zurrón, es imposible decir uno.
En el corazón tengo cuatro. El Teatro de la Zarzuela de Madrid y sus legendarias colas donde empezó todo. El Gran Teatre del Liceu donde tuve conciencia de la tradición sólida y acendrada, del más profundo amor y veneración a la esencia del género, es decir las voces, transmitida de generación en generación.Ese concepto, de "Liceísta" que aúna a familas enteras. La Opera de Viena como recinto del extranjero donde más ópera he visto, por esa experiencia única de poder ver un día Roberto Devereux con Edita Gruberova, al siguiente Tristán con la Meier y al otro Pagliacci con Giacomini y Nucci. Y el Teatro alla Scala como gran mito de siempre, como anhelo desde los orígenes (también el MET) como ejemplo de un pensamiento que, afortunadamente se cumplió en ambos casos y que se resume en el interrogante-deseo "¿Algún día podré estar allí?"
Como belleza interior y exterior, Palais Garnier, Massimo de Palermo. Como belleza de la sala y acústica fantástica, La Fenice de Venecia y el Regio de Parma. Éste último, así como toda la ciudad, por el profundo "Verdianismo" que respira.
En fin, por la belleza de los recintos y la calidad de los libretos-programa, prácticamente todos los teatros italianos
.
Mi reciente visita a la Semperoper de Dresde ha sido todo un amor a primera vista. En el aspecto estético del maravilloso edificio, en el aspecto de acústica y visión de la sala y cómo no, en el aspecto musical con esa orquesta que brilla como un caleidoscopio.
Un teatro que nunca me hizo especial ilusión, que de los grandes lo tenía como el más flojo porque en las grabaciones en vivo era el que peores repartos presentaba. Aparecían siempre ladradores ingleses por doquier, los grandes cantantes italianos eran cuasidespreciados,está en una ciudad carísima y siempre lo imaginaba como un desfile de la más rancia y estirada aristocracia británica acaudillada por la su majestad la Reina... sin embargo, cuando fui, me encantó y Pappano ha tenido mucho que ver. Me refiero, lógicamente, a la La Royal Opera House, Covent Garden.